Nautik Magazine

Cómo combinar los principios de diseño de Apple para crear una flota marítima eléctrica

Puede que le haya visto sosteniendo la bandera nacional neozelandesa en una tabla de florete después de que Nueva Zelanda ganara la Copa América. Todas las embarcaciones de recreo de EE.UU. consumieron tanta energía en 2022 como la que los vehículos Tesla ayudaron a ahorrar. Esto representa un recurso importante. Eric Laakmann es el director general de Seachange. Él y su empresa se han comprometido a garantizar que todos los navegantes, ya sean muy experimentados o novatos, tengan acceso a embarcaciones sostenibles.

El concepto de hidroala no es novedoso; sin embargo, ha transformado la Copa América, con menos del 2% de la superficie del barco en el agua, alcanzando velocidades inimaginables hace sólo dos décadas. Eric cree que hay cinco dinámicas clave en esta transformación que impulsarán al sector hacia la innovación y una mayor conciencia ecológica. Por ejemplo, los ferris portuarios incurren en 1 millón de dólares en gastos operativos (combustible) cada dos años, y la flota portuaria de San Francisco está valorada en 1.000 millones de dólares.

La tendencia a trasladar más transporte a las rutas acuáticas, que están infrautilizadas, es cada vez mayor. Los hidroplanos pueden hacer que los ferris sean un 80% más eficientes gracias a la rentabilidad de la electricidad. A medida que los sistemas de energía eléctrica sean más fáciles de fabricar, la producción de embarcaciones se alineará con los procesos de fabricación de la automoción y la aviación. Los componentes de bajo coste de los vehículos eléctricos pasarán rápidamente del sector de la automoción a la industria náutica a medida que nuevas formas como los hidroplanos ganen protagonismo.

La instalación de estaciones de carga a lo largo de las rutas de los ferris permite a las embarcaciones recargarse parcialmente en cada parada. En lugar de un único repostaje con gasóleo, los ferris realizan un ciclo de recarga continuo y más reducido a lo largo del día, teniendo en cuenta sus distancias limitadas entre paradas, que no suelen superar las 30 millas. Después pueden recargarse durante la noche. Este mismo modelo puede aplicarse a las embarcaciones de recreo.

Estas estaciones de recarga pueden colocarse estratégicamente en los lugares donde operan actualmente, evitando así la necesidad de realizar grandes cambios en las infraestructuras de los transbordadores o de las embarcaciones individuales.

El cambio de grandes ferris a embarcaciones más pequeñas dentro de las flotas supone un reto para una industria acostumbrada a largos ciclos de gasto de capital que abarcan de dos a tres décadas. Adaptarse a un mundo cambiado implica reevaluar los tipos de embarcaciones en servicio.

Explorar fuentes de energía alternativas también exige reimaginar el diseño y los requisitos funcionales de los transbordadores. Imagínese un viaje en hidroala en un pequeño transbordador por las aguas de Seattle hasta una isla, con el buque apenas tocando el 2% de la superficie del agua, preservando el medio ambiente bajo el hidroala. Esta experiencia podría convertir los viajes en ferry en una opción más atractiva para todos.

Eric Laakmann y su empresa empresa comparten la visión de facilitar a todos los navegantes, independientemente de su nivel de experiencia, el acceso a embarcaciones sostenibles. Este empeño permite a los entusiastas de los océanos crear sus experiencias de navegación personalizadas ideales al tiempo que dejan el medio ambiente en mejores condiciones de las que lo encontraron. Antes de trabajar en Seachange, Eric fue jefe de desarrollo del Apple Watch original y había recorrido 20.000 millas navegando antes de trasladarse a Nueva Zelanda, donde tiene su sede Seachange.