El renombrado diseñador de yates europeo, Aras Kazar, ha vuelto a sorprender al mundo con otro alocado concepto de trimarán. En este caso, se trata del «Wakíŋyaŋ» (o Wakinyan), un majestuoso trimarán de 130 metros de longitud que busca emular a un pájaro flotando sobre el agua. Con líneas elegantes y ángulos audaces, esta embarcación promete cautivar la atención de los amantes del diseño… o de irritar a otros.
La embarcación, construida en aluminio, presenta una proa afilada y puntiaguda en su casco principal, al cual se unen dos cascos más pequeños que simulan las alas de un ave en vuelo. Pero lo que realmente destaca es la presencia de amplios paneles de cristal templado en el casco principal, que inundan el interior con luz natural y brindan vistas panorámicas impresionantes del paisaje marino, creando una conexión armoniosa entre las cubiertas.
Aras Kazar ha enfatizado en la importancia del bienestar y la serenidad durante los viajes en el Wakíŋyaŋ. El interior ha sido diseñado para transmitir una sensación suave y apacible, ofreciendo alojamiento para hasta 12 invitados en cinco camarotes y una lujosa suite para el armador. Además, el yate cuenta con instalaciones de lujo, como una espaciosa piscina en la cubierta de popa, rodeada de cómodas tumbonas, y un amplio spa interior para baños más privados.
Pero este trimarán no solo es belleza y comodidad. Aras Kazar afirma que el Wakíŋyaŋ no será un «superyate aburrido y lento». De hecho, ha concebido el barco con un sistema de propulsión totalmente eléctrico y tecnología hidroala, que le permitirá alcanzar una impresionante velocidad máxima de 32 nudos, asegurando experiencias emocionantes para sus afortunados ocupantes.
Este concepto del Wakíŋyaŋ es el último ejemplo de la creatividad e innovación de Aras Kazar, quien ha sido reconocido por sus diseños minimalistas, futuristas y elegantes durante la última década. Entre sus proyectos previos se encuentran un ‘gigayate’ de 150 metros y un impresionante trimarán de 66 metros inspirado en el legendario Arca de Noé.
Según el diseñador, hay más emocionantes proyectos en camino, que verán la luz en los próximos meses, lo que sugiere que el Wakíŋyaŋ es solo el comienzo de una serie de innovadoras creaciones.