Nautik Magazine

Así es La Juliana, el elegante barco donde Chris Hemsworth y Elsa Pataky pasan sus vacaciones

La pareja de actores Chris Hemsworth y Elsa Pataky han elegido las baleares para pasar unos días de vacaciones en familia. Lo han hecho a bordo de La Juliana, un barco con historia, elegante y al que no le falta detalle, y del que han presumido en redes sociales, disfrutando como nunca del Mediterráneo.

Se trata de una antigua «golondrina» construida en 1965 en Mallorca y que nace del proyecto de un armador romántico y enamorado de este tipo de embarcaciones. La Juliana es un barco ancho y cómodo, pensado en los años 60 y que fue un antiguo barco de pasajeros. Ahora, habilitado por dentro, ofrece un espacio único donde la paz y la calma se hacen presentes.

La plataforma de madera de popa tiene casi 8 metros cuadrados y es perfecta para disfrutar de las horas de baño desde el barco. La escalera es muy cómoda incluso para personas mayores, y al estar casi al nivel del agua, es ideal para desayunar o una cena romántica sobre ella.

Gracias a su amplia cubierta de popa, se puede tomar el sol o tumbarse para ver las estrellas. Cuenta con dos bancos de más de tres metros en cada banda con compartimentos para aletas y material de snorkel y buceo para disfrutar del agua.

El enorme solarium de proa acoge fácilmente cuatro personas tumbadas tomando el sol o hasta 6 recostadas en la cabina mientras La Juliana navega. Por cierto, en los momentos clave del día, como la mañana, la hora del fondeo o la puesta de sol, el patrón tiene seleccionadas unas playlists de música vintage adaptadas a cada momento.

Interior

La apertura hacia el mar es indiscutible. El alma del barco se gesta en la zona de salón, comedor y cocina, un espacio diáfano y alegre, distribuido bajo un gran techo de sombra. El comedor está en la banda de estribor, con una mesa donde pueden comer hasta diez personas a la vez disfrutando del agua con las ventanas abiertas y del horizonte del mar. La gran mesa de comedor está compuesta de dos piezas que pueden convertirse en varias configuraciones, adaptándose a la vida del barco y al numero de pasajeros.

Cocinar también se convierte en algo diferente. Está equipada con placa de inducción, horno, tostador, cafetera, calentador de agua, dos neveras, un congelador y dos generosos mostradores para cocinar juntos, para sentir el placer de los alimentos mediterráneos después de un buen baño. Para La Juliana, la cocina a bordo es fundamental en la experiencia de navegación por el Mediterráneo.

Comer fresco, sano y, definitivamente, bien, es fácil aquí, procurando ofrecer siempre producto local y de fuentes sostenibles, pudiendo ofrecer bajo demanda el tipo de cocina que el cliente necesite. Además, se limita el uso del plástico utilizando una vajilla de porcelana, con vasos y copas de vidrio. Los platos y fuentes están personalizados con el nombre del barco y los cubiertos son bañados en plata –adquiridos en subastas de cuberterías vintage–. Detalles únicos, sin duda.

Y, ahora, relax… La zona de sofás junto al comedor está en la banda de babor, con un sofá en «L» que puede albergar a unas 6 personas en torno a una mesa baja para charlar o tomar café. En ella se encuentra la biblioteca especialmente seleccionada por el armador donde se puede encontrar la mejor literatura náutica y las mejores guías para estar informado de la zona en que se navega.

El puente de mando es el lugar desde el que se gobierna todo el barco. Allí es donde se maneja el timón, se consultan los planes y las cartas, se escribe cada día el diario de a bordo con todos los acontecimientos… Un puente en el que caben cómodamente sentadas tres personas para poder convertirlo en un lugar de charla y encuentro, para aprender con el Patrón. Todos los mandos están cuidadosamente diseñados por el armador con máximo respeto a la tradición clásica de los barcos históricos.

Junto a la zona de puente de mando se sitúa el chillout, una gran colchoneta en el suelo junto a la ventana y la puerta de acceso a proa, donde hacer yoga, echarse una siesta, leer un buen libro… Los detalles también se dejan ver en el mismo florero de vidrio, que siempre tendrá plantas y flores frescas recogidas de las calas y zonas de navegación.

Camarotes amplios… y con USB

El camarote principal tiene dos grandes camas, anchas y cómodas, con 130 centímetros de anchura. Cada cama tiene una mesilla para libros, gafas y objetos personales. En la mesilla hay dos tomas USB para cargar móviles, asi como un interruptor para el ventilador en días calurosos. El camarote tiene generosos armarios con iluminación interior y muchos cajones para guardar cómodamente toda la ropa. Unas baldas en los laterales permiten tener libros y objetos adicionales sobre ellas.

Dos son los camarotes de babor y estribor, con cómodas y anchas literas de más de 75 centímetros de ancho y disponen de tomas USB junto al cabecero y de mesillas para dejar objetos. El camarote tiene un armario con luz interior y baldas para dejar libros y objetos.

En cuanto a la ducha, La Juliana tiene una enorme ducha independiente –sin compartir espacio con el baño–, luminosa y blanca, con paredes y suelo pintados en blanco. Todo ello, en un espacio lleno de luz natural gracias a un lucernario inglés de vidrio colado macizo. El ojo de buey permite ventilación y poder ducharse viendo el horizonte del mar.

La cabina de lavabo y el WC tiene un diseño clásico con elementos de porcelana. El lavabo y el grifo son modelos «Edwardian» de principios del siglo XX comprados en Londres, y el wc es de tamaño normal de ultima tecnología naútica, con mando electrico y con agua dulce, lo que elimina cualquier posibilidad de olores. En el baño siempre habrá algún detalle vegetal y un par de libros para ojear.