Calpe, a 50 minutos en coche de Alicante; 25, de Benidorm y 15 de Altea, se ha convertido en uno de los mejores destinos para los amantes del buceo en España. El motivo es el imponente Peñón de Ifach, un impresionante monolito de piedra caliza emblema de Calpe. Aquí, los buceadores pueden explorar arrecifes rocosos, paredes verticales y una serie de túneles submarinos que albergan una vida marina increíblemente diversa.

El Peñón de Ifach comprende, en la superficie, un parque natural de 53 hectáreas que se eleva hasta los 332 metros formando un cabo que separa dos caras, ambas igual de aptas para bucear. Si se opta por la inmersión desde barco, la mejor solución, más para el patrón que para el buzo, pasa por protegerse en la cara de sotavento.

Del experto al principiante, Calpe es tu destino para bucear

La costa de Calpe es segura y vistosa, permitiendo multitud de opciones: desde los que quieren iniciarse a los que desean ampliar conocimientos o adquirir alguna titulación (PADI Open Water Diver, Advanced Open Water Diver, especializaciones…).

En Calpe pueden encontrar a pie de peñón y de puerto deportivo el centro Dive & Dive de Calpe (con certificación 5 estrellas de PADI) y que programa inmersiones diarias tanto con salida desde playa como desde sus lanchas y para todas las especializaciones (bautismos, orientación, nocturno, nitrox…).

¿Qué ver ‘under’ Calpe?

Calpe, malnombrado ‘pequeño Benidorm’, es una ciudad que combina tradición pesquera con su lonja y contramuelle para barcos de pesca con sinuosos rascacielos cristalinos. Ecléctico arriba y abajo. De las playas arenosas pasamos a praderas de posidonias y a medida que nos acercamos al rasante marino del peñón podemos apreciar congrios, morenas, langostas e innumerables crustáceos, cigarras, peces luna, espetones, meros, abadejos y una grandísima variedad de brillantes nudibranquios.

Las dos zonas que divide el peñón van –de Oeste a Este y de Sur a Norte– avanzan casi de forma simétrica así:

El Racó, pequeña cala de arena fina en la que la inmersión se hace andando, con profundidades de hasta 10 metros e idónea para prácticas e iniciación.

Tres Piedras.

El Brut.

Final del Paseo –paralelo a la terminación del paseo peatonal a la falda del peñón, también en la cara SW del mismo, la inmersión se realiza ‘rapelando’ por un paredón de grandes rocas–. En su profundidad (máxima 28 metros) se pueden encontrar congrios, divertidos nudibranquios, dentones, morenas, pulpos….

Nido del Águila, con una profundidad máxima de 18 metros, destacan sus cuevas y oquedades marinas.

La Punta –zona más extrema del cabo que divide al Peñón en las dos alas–. En esta franja se encuentra La Olla, poza situada en La Punta a la que sólo se accede con mar en calma y que tiene una profundidad máxima de 12 metros fruto de la erosión de las olas contra el Peñón.

La Higuera. Ya bordeando el peñón en su cara Norte aparece una de las mejores zonas para bucear. Con una florida vida marina, se pueden apreciar infinidad de pulpos, mantelinas, dentones, brótolas, freddy, bancos de salpas… Esta franja está indicada para buzos de mayor experiencia.

El Saliente.

La Tocha.

Los Arcos –cara Norte, más al Norte, del Peñón–. Como su nombre indica, sus oquedades forman una arcada natural rocosa en la que se esconden, a unos 15 m de profundidad, meros, corvinas e incluso rayas. 

La relevancia del buceo y del ‘turismo de buceo’ en Calpe se evidencia en que más de 5.000 buzos al año visitan esta reserva marina. Bucear en Calpe no es solo una actividad de aventura, es también una forma de apreciar la belleza natural y la biodiversidad del Mediterráneo. En cada inmersión, se experimenta la tranquilidad del mundo submarino, el pulso vibrante de la vida marina y la sensación mágica de volar bajo el agua.

Ya sea un buceador experimentado o un principiante con ganas de explorar el mundo submarino, Calpe ofrece una oportunidad única para descubrir una aventura acuática inolvidable.