El Festival de Cannes terminó el 27 de mayo y, tras echar el cierre, Leonardo DiCaprio aprovechó para iniciar unas vacaciones que todavía continúan. El protagonista de El lobo de Wall Street hizo su primera parada en la isla italiana de Cerdeña, donde se le pudo ver a bordo del Vava II, según Mi Casa, un exclusivo yate de 96,83 metros de eslora, valorado en 140 millones de euros y propiedad del mangate farmacéutico suizo Ernesto Bertarelli.
El Vava II, un yate de lujo Devonport P55 de seis cubiertas, tiene capacidad para un increíble número de 36 invitados y cuenta con amplios y lujosos interiores, un helipuerto, lujosos camarotes para invitados, amplios garajes para cuatro embarcaciones auxiliares en popa y en proa, un club de playa abatible y una fantástica piscina de profundidad variable, todo ello para alojar a sus invitados con estilo, lujo y la máxima comodidad. El superyate Vava II tiene un casco de acero y una superestructura de aluminio.
Tras pasar unos días en Cerdeña, DiCaprio siguió su ruta hasta las islas pitusas. Allí ha estado este fin de semana, tal y como detalla Diario de Ibiza, disfrutando de unas vacaciones con la joven modelo estadounidense Meghan Roche, de 22 años.
El protagonista de Titanic, de 48 años, ha navegado frente a la costa de Ibiza junto a su acompañante en el espectacular yate Matador, una Mangusta de 108 pies (unos 33 metros de eslora). Con la embarcación llegó hasta Formentera para comer en el restaurante Es Molí de Sal, situado en ses Illetes.
Del yate salieron, tanto él como Meghan Roche, para subirse a una lancha del establecimiento, que les fue a buscar y les trasladó a tierra. Ambos, como unos bañistas más, bajaron de la lacha. Él con gorra y mascarilla que ocultaba su rostro para evitar ser reconocido.