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Lady Moura y Black Pearl: así son los superyates que pasan la primavera en Mallorca

Dos de los superyates más llamativos de la actualidad, el Lady Moura y el Black Pearl, pasan la primavera en Mallorca, donde estos días se dejan ver en la bahía de Palma, tal y como pone sobre la pista Diario de Mallorca.

Pero, ¿cómo son esos superyates que deslumbran a turistas y curiosos? Vamos a analizarlos.

Lady Moura, con 2.600 metros cuadrados de habitaciones privadas

Este barco, con bandera de Bahamas, se construyó en 1990 –astillero Blohm & Voss– y fue, en su momento, el noveno yate más grande jamás construido, ocupando actualmente la 48ª posición. Desde 2021 pertenece al empresario mexicano Ricardo Salinas Pliego, que lo compró por 125 millones de dólares; antes, fue propiedad del empresario saudí Nasser Al-Rashid.

Aunque se construyó en los 90, se ha mantenido siempre actualizado y con continuas mejoras, siendo la más importante la que el constructor original, Blohm & Voss, realizó en 2017 y que duró siete meses. El Lady Moura tiene una autonomía de más de 8.000 millas a una velocidad de crucero de 17 nudos. Este barco también cuenta con un avanzado sistema de monitorización que permite su mantenimiento en tiempo real.

Sus balcones exteriores y las plataformas de embarque laterales fueron inéditos en ingeniería y transformaron la forma en que un propietario podía acceder al agua. Otros aspectos destacados del diseño son los puertos del casco, las puertas, los flaps, los techos, las pasarelas y las grúas de accionamiento hidráulico, que funcionan sin esfuerzo y una comodidad óptima para sus huéspedes. 

Lady Moura dedica una de sus siete cubiertas exclusivamente a la vida familiar. Junto con la opulenta suite del armador en esta cubierta, hay seis camarotes para uso exclusivo de los miembros de la familia, lo que supone un total de 2.600 metros cuadrados de habitaciones privadas. Puede alojar hasta 26 huéspedes en total y ofrece alojamiento para una dotación de 72 tripulantes y personal; una proporción muy deseable entre tripulación y huéspedes.

El interior fue diseñado por el italiano Luigi Sturchio. Desde los acogedores salones con sofás acolchados hasta los regios comedores y los palaciegos camarotes con suites acabadas en mármol. Cuenta con un helipuerto, una sala de cine/discoteca con sala de DJ, un gimnasio, un estudio para el propietario y suites médicas para el propietario/invitados y la tripulación. También hay dos cocinas a bordo, una para el propietario y otra para la tripulación. Por cierto, también cuenta con un ascensor para el acceso cómodo a todas las estancias.

Otra de las características más notables del superyate es la cubierta de recreo, con una piscina cubierta, un gimnasio y un spa con sauna. La piscina, por cierto, está cubierta por un techo retráctil.

Hay que hacer mención especial al salón al borde del agua que se encuentra en medio del barco, con balcones a babor y estribor, y que ofrece un fácil acceso desde y hacia el mar. Además, el Lady Moura cuenta con seis pasarelas hidráulicas y dos entradas que garantizan una transición segura de la embarcación auxiliar al buque nodriza en cualquier condición del mar.

Black Pearl: la vela cobra otra dimensión

El supervelero fue propiedad del oligarca ruso Oleg Burlakov y es considerado una obra de la ingeniería náutica. El velero de tres mástiles tiene 106,7 metros de eslora y no se parece a ningún otro yate que haya visto el mundo. 

Esta embarcación única y compleja es el resultado de una elaborada y exitosa colaboración por parte de un grupo internacional de diseñadores, ingenieros, arquitectos navales, constructores y directores de proyecto. Los diseñadores Ken Freivokh Design, Nuvolari Lenard y Villate Design desempeñaron un papel importante en la evolución del diseño del Black Pearl. Dykstra Naval Architects diseñó los tres mástiles de carbono DynaRig de 70 metros (230 pies) y el sistema de navegación del Black Pearl.

La superficie de las velas se subdivide en velas más pequeñas y menos cargadas, que se pueden fijar o enrollar pulsando un botón. Sorprendentemente, los 2.900 metros cuadrados de velas pueden colocarse en 7 minutos. Igualmente, cuenta con un sistema de propulsión híbrido, así como otros sistemas de a bordo, como la recuperación del calor residual.

Desde su botadura en 2018, el Black Pearl ha demostrado ser un velero emblemático de nueva generación con una identidad única. No sólo es el velero más grande del mundo, sino que sus características únicas, como el sistema DynaRig de última generación, la sala de máquinas de un solo nivel, la instalación de propulsión híbrida y el modo de regeneración cuando navega, están destinadas a llamar la atención en todo el mundo, y durante décadas.

La embarcación, con casco de acero y superestructura de aluminio, tiene 15 metros de manga y alcanza una velocidad de 17,5 nudos, siendo de hasta 30 nudos a vela.

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