La guerra Rusia-Ucrania deja numerosas bajas no solo entre personal civil y militar, sino también en elementos esenciales como son los buques armamentísticos. El «Moskva» era el «buque insignia» de Rusia –botado en 1979– hasta su reciente hundimiento por parte de los ucranianos.
Un crucero portamisiles que Rusia tenía emplazado en el Mar Negro y cuyo valor se estimaba en unos 750 millones de dólares, a los que habría que sumar los más de 300.000 millones de dólares dedicados a mejoras en su reparación en el 2020. El buque tenía capacidad para acoger un armamento equivalente a 16 misiles antibuques Vulkán y 64 misiles antiaéreo antiaéreos S-300F en ocho lanzaderas, además de artillería, torpedos y cargas de profundidad.