Las autoridades británicas han inmovilizado en aguas londinenses el yate Phi, propiedad de un magnate ruso y valorado en más de 44 millones de euros, como parte de las sanciones impuestas a Rusia por la guerra en Ucrania.
Aunque su propietario está «deliberadamente escondido», como explican en The Guardian, sí conocemos mejor esta embarcación, construida por Royal Huisman, siendo el tercer yate más grande que realiza este astillero holandés.
Con 58,5 metros de eslora, Phi incluye lo que los constructores llaman una «bodega infinita» y una piscina de agua dulce. El diseño exterior y distribución interior es creación del estudio neerlandés Cor D. Rover, con el diseño interior de Lawson Robb.
Los niveles de cubierta están tematizados sobre tres ejes: la galaxia, la superficie del océano y el mundo submarino. A bordo del Phi se pueden alojar hasta 12 invitados, y también cuenta con alojamiento para 11 miembros de la tripulación, incluido el capitán del Phi.
El yate tiene un casco de aluminio y una superestructura de aluminio. Está propulsado por 2 motores MTU, que le dan una velocidad máxima de 22 nudos. En comparación con otros yates de tamaño similar, su velocidad máxima es 5,69 nudos superior a la media.
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