Corea del Sur vivió su mayor crisis política en décadas, desencadenada por la breve declaración de la ley marcial en diciembre por el entonces presidente Yoon Suk Yeol, que fue suspendido y finalmente destituido. La agitación, así como los aranceles estadounidenses, afectaron al índice de referencia del país, el Kospi, que cayó un 15% desde la última vez que se midieron las fortunas hace doce meses. El patrimonio neto colectivo de los 50 más ricos del país cayó a 99.000 millones de dólares, frente a los 115.000 millones del año pasado.
La fortuna de 32 de las personas incluidas en la lista disminuyó, incluida la del experto en capital privado Michael Kim, que recuperó el primer puesto tras un año de ausencia, a pesar de un ligero descenso de su patrimonio neto a 9.500 millones de dólares. Su empresa, MBK Partners, estuvo en el punto de mira después de que su cadena de hipermercados Homeplus, cargada de deudas, tuviera problemas financieros y solicitara la reorganización empresarial.
El patrimonio de Jay Y. Lee, presidente ejecutivo de Samsung Electronics, también se redujo en 3.700 millones de dólares, hasta los 7.800 millones. La empresa tardó en aprovechar el auge de la inteligencia artificial, lo que la convirtió en uno de los valores tecnológicos más rezagados.
El que más ganó en dólares este año fue el presidente de Meritz Financial Group, Cho Jung-ho, cuya fortuna se disparó en 1.500 millones de dólares, hasta los 7.700 millones, y subió un puesto para convertirse en la tercera persona más rica del país. El gigante financiero registró un beneficio neto récord de 2,3 billones de wones (1.600 millones de dólares) en 2024, tras la fusión de sus unidades de seguros y valores.
Kwak Dong Shin, presidente y consejero delegado de Hanmi Semiconductor, también se vio afectado, y su fortuna se redujo en más de dos tercios, hasta 1.250 millones de dólares. Las acciones del fabricante de equipos de empaquetado de semiconductores se redujeron más de la mitad que hace un año, al perder fuerza el crecimiento de los ingresos.
El mayor beneficiado en términos porcentuales fue Park Soon-jae, cofundador y consejero delegado de la empresa biotecnológica Alteogen, cuyo patrimonio aumentó un 68%, hasta 2.400 millones de dólares, tras firmar una serie de lucrativos acuerdos de licencia. En marzo, firmó dos por valor de 1.400 millones de dólares con el gigante farmacéutico AstraZeneca para utilizar su tecnología enzimática en el desarrollo de fármacos subcutáneos (inyectados justo debajo de la piel) contra el cáncer.
Tres recién llegados se oponen a la tendencia
Este año hay tres recién llegados: Kim Jung-soo y Chun In-jang, la pareja que está detrás de Samyang Foods, que se ha beneficiado de las boyantes ventas en el extranjero de sus fideos picantes Buldak; Kim Hyung-tae, fundador del desarrollador de juegos en línea Shift Up, que se une a las filas tras recaudar 320 millones de dólares en la que fue la segunda mayor salida a bolsa de Corea del Sur el año pasado; y Jung Sung-jae, fundador de la empresa de dispositivos médicos estéticos Classys, que ha visto cómo sus acciones se disparaban un 50% gracias a la creciente moda de la belleza coreana.
Cuatro personas incluidas en la lista regresaron tras haber sido retiradas previamente, entre ellas Lee Hwa-kyung, propietaria de una participación en Orion Holdings, empresa matriz del grupo de confitería y alimentación fundado por su difunto padre, Lee Yang-gu.
Siete empresas del año pasado no pasaron el corte, entre ellas el exmultimillonario Ryu Kwang-ji, cuyo fabricante de baterías para vehículos eléctricos y productos químicos, Kumyang, se vio afectado por la ralentización de las ventas de vehículos eléctricos. El patrimonio neto mínimo para entrar en la lista se redujo a 665 millones de dólares, frente a los 775 millones del año pasado.
*Este artículo aparece en la edición de abril/mayo de 2025 de Forbes Asia.
*Este reportaje forma parte de la cobertura de Forbes sobre ‘Los más ricos de Corea 2025’. Consulta la lista completa aquí.
