El cine se las prometía muy felices para 2020: llegaba el superestreno de un titán como Steven Spielberg con su versión de West Side Story, el esperadísimo Dune de Denis Villeneuve y la biografía de Marilyn Monroe, Blonde. En lugar de eso, pandemia mediante, 2020 ha sido el año del cierre de salas, el retraso de granes estrenos y el dominio absoluto del streaming.
La situación crítica de la industria por el efecto del coronavirus llegó, incluso, a poner en riesgo la entrega de los Premios Oscar. Y aunque se especuló durante meses sobre la idoneidad de la celebración o la posibilidad de hacer una gala a medio gas como la de los Globos de Oro o los Emmy, los premios de la Academia de 2021 se entregarán este domingo sin zooms ni videollamadas. El show debía continuar. Más allá de celebrarse en plena primavera en lugar de en febrero, hay muchos, muchos cambios.
En primer lugar, la Academia amplió el plazo para la selección de películas, por lo que se premiarán cintas estrenadas en dos años consecutivos. Solo ocurrió otra vez en 1934. Una decisión que responde a lo difícil que ha sido llenar la cartelera en un contexto como el actual, en el que los grandes estudios han pospuesto sus taquillazos a la espera de pastos más verdes.
Como es tradición, la gala se celebrará en el Teatro Dolby de Los Ángeles aunque tendrá una segunda sede, la Union Station, donde se realizarán las actuaciones musicales en cumplimiento de los protocolos sanitarios. El público y la alfombra roja también se verán notablemente reducidos, así como el presupuesto: la ceremonia de 2020 costó 44 millones de dólares, y este año, el gasto se ha recortado a 40 millones. En consonancia, Hollywood ha gastado 30 millones de dólares menos en hacer lobby durante esta temporada de premios, en la que ha invertido 100 millones de dólares, según el informe que WalletHub publica anualmente. ABC, la cadena que ostenta la retransmisión televisiva, también prevé embolsarse algo menos con la gran fiesta del cine: 129 millones de dólares, lo que en 2020 fueron 149. Lo que pagan los anunciantes por un comercial de 30 segundos también ha bajado de más de 2,6 millones a 2 millones de dólares.
Sea o no Nomadland la gran vencedora de la noche, esta gala ya ha dejado –tradición cien por cien 2020– una buena colección de hitos insólitos. Porque los Oscar se acercan al centenario, pero había cosas que nunca habían ocurrido antes.
- De forma excepcional, será la primera vez en la historia que las cintas nominadas a mejor película no tengan porqué haber pasado por un estreno en cines previamente. Es decir, hay competidoras, como Sound of Metal y La madre del blues, que solo se han visto en streaming. La Academia ha garantizado que la medida se eliminará en cuanto vuelva la normalidad o acabemos con todas las vacunas, lo que antes suceda.
- Oscars menos blancos:
El hashtag #OscarsSoWhite lanzado hace cinco años reescribió la narrativa de una industria con desigualdades aún muy arraigadas, pero que –parece– ha tomado conciencia de su sesgo. Este año los premios siguen siendo predominantemente blancos, pero mucho menos: 9 de los 20 actores de las categorías principales son de color: Viola Davis, Andra Day, Steven Yeun, Riz Ahmed, Chadwick Boseman, LaKeith Stanfield, Daniel Kaluuya, Leslie Odom Jr. y Youb Yuh-Jung. - Riz Ahmed es el primer musulmán de la historia en ser nominado como mejor actor en The Sound of Metal. Steven Yeun es el primer asiático-americano en competir en esa misma categoría por Minari, Chloé Zhao la primera asiática-americana en luchar por el Oscar a mejor dirección.
- Como ya sucedió en los Goya, los Oscar de este año también son un hito para las mujeres. El 32% de los nominados son mujeres, el porcentaje más alto de la historia del cine estadounidense.
- Por primera vez en 93 años, dos mujeres compiten por la estatuilla a mejor película: Chloé Zhao por Nomadland y Emerald Fennell por Una joven prometedora. Este año, Natalie Portman dejará en casa su capa reivindicativa.
- Y otro triunfo femenino más: más académicas votando. Este año, la Academia ha añadido nuevos miembros, y el 45% de ellas son mujeres. Insólito.
- Este hito es femenino, pero sobre todo es de Frances McDormand. Es la primera mujer en recibir una nominación en categoría de actuación y de producción en el mismo año, ambas por Nomadland. Viola Davis, por su parte, se convierte en la mujer negra con más nominaciones de la historia.
- Los últimos serán los primeros: debido a la espantada de los grandes estudios, es el año en el que las candidatas a mejor película tienen menos presupuesto, lo que ha abierto las puertas a producciones más humildes. Nomadland costó solo 5 millones de dólares. De las ocho nominadas a mejor película, solo tres (El juicio de los 7 de Chicago, Mank y Judas y el Mesías negro) son producciones de gran presupuesto.
- Netflix domina la industria con el 40% de nominaciones: Si algo ha demostrado cuánto ha cambiado el mundo –y no sólo con la pandemia– es la distribución de quiénes son los estudios que han logrado más candidaturas. Netflix tiene 35, Amazon 12 y Universal 11. Disney/Fox y Warner Bros tienen ocho cada uno. El reinado del streaming supone un vuelco histórico que ya empezaba a anticiparse el pasado año, con las 24 nominaciones de Netflix.
- Ceremonia pandémica dirigida por director pandémico. Esta última puede computar como hito, como ironía o como genialidad; incluso todas a la vez. Steven Soderbergh es el elegido para producir la ceremonia de este año, la misma persona que hace una década dirigió la película Contagio, que nos habló de los virus, la distancia social y las vacunas cuando eso formaba aún parte de la ciencia ficción.