Esto es el resultado de un nuevo análisis realizado por un equipo de investigadores y publicado en Journals of Gerontology. Para validar el estudio, 6.500 mujeres de edades comprendidas entre los 65 y los 80 años fueron controladas durante 10 años. Los investigadores encontraron en las participantes que la percepción subjetiva de beber más de 261 miligramos de cafeína redujeron el riesgo de demencia un 36%. Eso son casi 8 tazas de café.
Aún así, los autores del estudio advirtieron que los resultados no son suficientes para establecer una relación causa-efecto definitiva entre el consumo de cafeína y la prevención de la demencia. Los resultados también pueden haber estado influenciados por el hecho de que eran los propios pacientes quienes daban un auto informe. “Si bien no podemos hacer una relación directa entre el consumo de cafeína y la demencia, con más estudios podemos cuantificar mejor su relación gracias a los resultados cognitivos de salud”, dijo el Dr. Ira Driscoll, de la Universidad de Wisconsin-Milwaukee, en una entrevista con el diario Milwaukee Journal Sentinel.
Ha habido una serie de estudios que sugieren que el consumo de café se correlaciona con mejores resultados para la salud, incluyendo un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares. Otros análisis también han encontrado posibles vínculos entre el consumo de bebidas como el café y el té y la protección contra los trastornos cognitivos, pero dado que estos estudios, por lo general, se hacen mediante ensayos aleatorios, los científicos no pueden decirlo con seguridad.