El divorcio entre Kim Kardashian y Kanye West podría generar más problemas de los esperados.
La batalla legal no ha hecho más que empezar y el rapero ya ha anunciado –a través de sus redes sociales– que el acuerdo no va a ser tan sencillo como se había estipulado hasta ahora, a pesar del contrato matrimonial firmado por la pareja.
Kim Kardashian cuenta con los servicios de Laura Wesser, la aboga más prestigiosa de Holllywood en el tema de divorcios. Wesser le mandó a Kanye las condiciones de separación con las que el cantante no se mostró conforme.
West, que contestó un mes y medio más tarde a las peticiones de Kardashian, reclamó la guardia y custodia compartida de sus cuatro hijos. Además, ha rechazado la petición de una pensión alimenticia para sus vástagos.
La pareja, casada durante siete años, ya solo se habla a través de sus abogados. Es más, Kanye ha cambiado de número de teléfono para que Kim no pueda llamarle.
¿Qué es lo que hace tan complicado el divorcio de la que fuera una de las parejas más estables del mundo de las celebrities?
Custodia
En primer lugar lo relativo a la custodia de sus hijos. Un punto en el divorcio que se agrava debido a la distancia entre los progenitores. Por un lado, Kim vive en Beverly Hills (California) mietras que Kanye está asentado en una granja en el Estado de Wyoming. ¿En total? 3.500 kilómetros entre uno y otro.
Acuerdo prematrimonial
Quizá la parte más conflictiva de la batalla legal entre Kim y Kanye y la que podría hacer que el divorcio tardase más en resolverse es la relativa a su acuerdo prematrimonial.
La pareja lo firmó en marzo de 2014, dos meses antes de su enlace. Según el documento, en caso de divorcio Kim recibiría un millón de dólares por año de matrimonio con Kanye West con un límite de 10 millones de dólares.
No solo eso. Según el medio Radar Online, también conservaría todas las joyas y regalos que le hubiese dado su exmarido y ser beneficiaria de un seguro de vida de 20 millones de del rapero.
Unas condiciones que habrían cambiado, en parte, porque cuando las firmaron no eran tan ricos como lo son ahora. Con Kim Kardashian recién estrenada en la lista de multimillonarios, West parece haberse arrepentido de lo que firmó.
El extinto matrimonio también posee varias propiedades en común. Entre ellas se encuentra la mansión de Calabasas (Los Ángeles), un condominio en Miami y dos ranchos en Wyoming.
A parte de los bienes inmuebles, y de acuerdo a los documentos enviados por West a Forbes, ambos comparten 5 millones de dólares en piezas de arte, casi 4 millones en vehículos, 3,2 millones en joyas y 300.000 en ganado.