Hay que remontarse a los primeros momentos de la pandemia para recordar una de las declaraciones de intenciones más potentes que se hicieron en al industria de la moda: Michael Kors prometió convertir su colección en una fiesta cuando las pasarelas volvieran a reactivarse.
Esto es lo que ha hecho con motivo de su cuarenta aniversario. La firma norteamericana vuelve a sentir la efervescencia del directo con un desfile llevado a las calles de Nueva York, abandonando, por fin, los realizados por Zoom en este año pasado de coronavirus, que llegaron a treinta desfiles a través de una cámara en streaming con el mensaje de sus clientes presente en todos ellos: volver a arreglarse y a sentirse estupendas.
Por eso, el diseñador estadounidense ha hecho de este desfile una auténtica fiesta con derroche de lujo y glamour, esperada no sólo por su público, sino también por una industria que esperaba impaciente ver las promesas de la firma hechas realidad, con más razón si la vuelta a los escenarios coincide con el cuarenta aniversario de la casa.
No se cumplen cuarenta años todos los días, de manera que Michael Kors ha sacado a las calles de Nueva York toda su artillería festiva como si de una cita con Broadway se tratara. Para la puesta en escena, la firma ha contado con un ejército de modelos que fueron la sorpresa de la noche. Top models de la talla de Naomi Campbell, Helena Christensen, Carolyn Murphy, Shalom Harlow, Bella Hadid, Ashley Graham, Paloma Elsesser y Precious Lee bajaron de la pasarela para desfilar por una de las calles más lujosa de la ciudad neoyorquina, con destino Shubert Theatre, uno de los lugares más emblemáticos de la noche de Broadway, que por unas horas y tras un año con las puertas cerradas, volvió a lucir como en sus momentos más brillantes para acoger en su interior a las musas de ayer y de hoy de la moda.
El fundador y diseñador de nombre homónimo celebro un año más en la industria con una colección pensada para no pasar desapercibido. Su propuesta para la colección FW 2021 refleja con lentejuelas el poder de la noche y el buen nexo entre sencillez, elegancia y exceso.