En los últimos 25 años el nivel del mar ha subido el doble de lo que los científicos habían previsto. Se calcula que un tercio de las especies marinas están en riesgo y que en 2048 los peces se habrán extinguido. El planeta tiene 10 años para frenar la catástrofe del cambio climático.
Es necesario, por tanto, ofrecer una solución urgente para resolver la triple crisis plantearía que viene: la del cambio climático, la de la biodiversidad y la naturaleza y la de la contaminación y desechos.
La bodega gallega, Mar de Frades, tiene claro que es el momento de comprometerse con el presente y las generaciones futuras que tendrán que enfrentar estos tres problemas. Por eso ha acelerado en su plan de sostenibilidad con el programa ‘Conciuous’.
Para la directora Técnica de la bodega, Paula Frandiño, “la sostenibilidad es un camino ineludible. Cada día podemos dar nuevos pasos con el propósito de conseguir una concienciación de la realidad y la dificultad en la que vive nuestro entorno más próximo”.
La bodega es consciente de que su negocio se enfrenta a unos cambios cada vez más notables en el clima, situación que afecta a sus viñedos, al desarrollo de su actividad y, por tanto, a su vino.
El objetivo del programa ‘Concious’ es dar con las soluciones más adecuadas y proporcionales a su capacidad para esta situación. Entre sus objetivos, la compañía se compromete a reducir en un 20% para el 2023 el consumo del agua, las emisiones de gases de efecto invernadero y el consumo eléctrico, además de alcanzar un nivel cero de residuos. Estos objetivos se enmarcan en los cuatro pilares de WFCP (Wineries For Climate Protection).
Además, la bodega trabajará con áreas relacionadas con la mejora de la biodiversidad, la agricultura de precisión, sistemas de riego inteligentes, prácticas sostenibles en compostaje de residuos o la reducción del peso de la botella y eliminación de plástico en los envases.
Fertilizantes naturales
Mar de Frades utiliza ovejas para pastar, esto hace que las mismas se alimenten y mantengan limpias las hileras del viñedo al mismo tiempo.
Desde 2019 se utiliza el compostaje como fertilizante y ahora se suman las lombrices, que ayudan a la retención y filtración del agua, nutriendo al suelo y provocando un efecto inhibidor para plagas y enfermedades.
Estas medidas no tienen otro objetivo que el de reducir el uso de herbicidas a la vez que cuidan el ecosistema.
Cuidado de la biodiversidad
Apuesta por la diversificación de hábitats. Un ejemplo es la implantación de cubiertas vegetales para favorecer el control biológico de plagas e impedir la proliferación de especies exóticas invasoras.
Paralelamente, la bodega se dedica a la protección de las camelias, aumentando el cultivo de sus variedades con el fin de preservar la especie.
Agricultura de precisión
Por último –y con el objetivo de reducir el uso de fitosanitarios– desde 2021 Mar de Frades utiliza modelizaciones de botritis, mildu y oidio en sus fincas. Junto a las estaciones meteorológicas, permiten predecir cuando una de estas tres enfermedades se va a desarrollar. Con esto se pretende evitar los tratamientos sistemáticos.