Un año después de presentar el Atto 2, el SUV pequeño de BYD (siglas de Build Your Dreams: “haz realidad tus sueños”), la marca del fabricante chino ha vuelto a sorprender. El pasado mes de febrero se realizó un despliegue sin parangón, con más de sesenta vehículos a disposición de la prensa nacional, para realizar un recorrido por la sierra madrileña, en esta ocasión el despliegue fue de similares proporciones, pero tuvo lugar en Barcelona, con un recorrido que iba del mar a la montaña, por los caminos que suben al Tibidabo y a Collserola para acercanos a Sabadell y Tarrasa.
¿Tenía sentido repetir una convocatoria tan amplia apenas nueve meses después de aquel envite anterior? SÍ. Porque hay novedades…
Desde luego, no estamos ante la segunda generación del modelo… Pero podría serlo, porque, además de la nueva versión eléctrica Comfort del Atto 2 se presentaba la híbrida enchufable, y en ambos casos hay un salto de autonomía abismal. Si en febrero hablábamos de 312 km de autonomía eléctrica –“suficiente para quienes no recorren grandes distancias con regularidad”, decíamos entonces–, la gama se completa actualmente con una versión que aporta 204 CV –antes 170 CV– mientras que su batería aumenta la capacidad hasta los 64,8 kWh –frente a los 45,1 kWh de antes–, lo que significa una autonomía de hasta 430 kilómetros entre cargas (aunque el fabricante asegura que puede superar los 600 en circulación exclusivamente urbana, algo que no tuvimos tiempo de comprobar) que, además, admiten potencias de 155 kW, de forma que el tiempo necesario para pasar del 10 al 80% es de 25 minutos (antes 37…) y del 30 al 80% en 19 minutos.
Pero dada la indecisión que muestran los gobiernos europeos sobre su voluntad de apoyar decididamente incentivos para los coches eléctricos, la gran protagonista de la presentación barcelonesa ha sido la nueva mecánica híbrida enchufable DM-i, compuesta por dos motores eléctricos y un motor gasolina Xiaojun de 1.5 litros. ¿Qué significa esto? Que el coche funciona normalmente como eléctrico y el motor de gasolina se encarga de alimentar la batería LFP de 7,8 kWh (DM-i Active) o 16,8 kWh (DM-i Boost) de la forma más eficiente. Sin embargo, si necesitamos potencia, el sistema es capaz de pasar a un funcionamiento híbrido en paralelo para que no sea solo el motor eléctrico sino también el motor de gasolina, los que mueven las ruedas del coche. Por eso se llama DM-i (Dual Motor inteligent).
¿Lo mejor? Que la autonomía de la versión Active de 166 CV con la batería pequeña llega a los 930 km, con 40 en eléctrico, mientras que la versión Boost de 212 CV con la batería grande alcanza lo 1.000 km, con 90 en modo eléctrico.

Dicho ya que no es la segunda generación del Atto 2, sí hay otros pequeños cambios estéticos para diferenciar a esta variante del resto, tales como eliminar las rejillas laterales de las puertas o poner botones físicos para poder cambiar entre los diferentes modos de conducción, así como el comando para elegir entre EV y HEV. El cambio más significativo está en el monitor central de 12,8” que cuenta ahora con una interfaz basada en Google y que ofrece más funciones ya que no solo tenemos Google Maps, sino también Play Store y Google Assistant. Cuenta también con control por voz con apoyo de inteligencia artificial que facilita la interacción con el vehículo y un equipamiento ampliado: asientos delanteros con ajuste eléctrico en seis posiciones y calefacción, volante calefactable, techo panorámico de cristal, base de carga inalámbrica más potente, airbag central delantero y cristales tintados, entre otras variaciones. ¡Y la suspensión en el tren trasero!, que mejora la estabilidad y el confort de marcha.
