Lifestyle

Joaquín Fernández, fundador de PRATS: «El confort y la elegancia no deberían limitarse a lo cotidiano»

Fotografía: Jaime Partearroyo.

Nada como un traje a medida: elegante, minucioso, cuidadoso en cada detalle, único para cada cuerpo. No hay dos iguales. Por eso el trabajo artesanal de este tipo de piezas rozan la excelencia textil, la escucha precisa de cada necesidad particular, el gusto por lo bien hecho. Esto lo sabe muy bien Joaquín Fernández Prats, quien desde muy temprana edad supo que su destino estaría entre retales, agujas y telas. Por eso en 2019 no dudó en fundar su propia sastrería para convertirla en PRATS, una marca de moda masculina donde conviven las prendas artesanales de la sastrería clásica junto a una colección prêt-à-porter de estilo atemporal. Pero ¿qué hay detrás de este oficio? ¿Cuánto queda de artesanal en la sastrería en la era de la fast fashion? El propio Prats lo explica en Forbes.

¿Qué significa hoy ser sastre artesanal? ¿Cómo convive la pausa de lo artesanal con la celeridad del tiempo presente?

Ser sastre artesanal hoy es una forma de resistencia y de coherencia. En un mundo dominado por la inmediatez, nosotros seguimos apostando por el tiempo bien invertido: el que se dedica a observar, escuchar, probar y ajustar. La pausa no es lentitud, es atención. Cada puntada a mano es una declaración de intenciones frente a la producción en serie; un gesto que reivindica la calidad, la individualidad y la permanencia en un tiempo que parece querer olvidarlas.

Son veteranos en el oficio. ¿Cómo se ha transformado desde sus orígenes?

El oficio ha cambiado, como todo, pero su esencia permanece intacta. Mantenemos un cliente que heredaba las costumbres de vestir por sus antepasados dando prioridad a un servicio personalizado y una experiencia única e incorporamos uno nuevo, que busca autenticidad y propósito en lo que lleva, valora el oficio y lo apoya. La tecnología nos ha permitido ampliar exponencialmente, mediante las redes sociales nuestro impacto y darnos a conocer, pero lo fundamental —la relación humana, la mirada experta, el patrón único para cada cliente y el corte preciso sobre la mesa, en Madrid — sigue siendo el corazón de la firma. Nos adaptamos sin renunciar a lo que nos define.

A menudo se dice que una prenda a medida no es un gasto, sino una inversión. ¿Cómo explicaría a un cliente que la durabilidad, el ajuste y la versatilidad justifican esa inversión inicial?

Una prenda a medida artesanal no se compra, se construye desde cero. Está pensada para acompañar durante años, incluso décadas. Su durabilidad nace de los materiales nobles, del corte preciso y de un ajuste que respeta el cuerpo y su movimiento. Una buena chaqueta no pasa de moda porque está hecha para quien la lleva, no para una tendencia. Con el tiempo, la prenda se convierte en una extensión natural de quien la viste. Eso es inversión: algo que mejora con los años y si se cuida como debe, pasará de generación en generación. Debemos destacar que España es uno de los países donde más barato se ofrece el servicio de sastrería artesanal, pues si nos vamos a Reino Unido o Italia los precios se multiplican por 10.

Su sastrería ofrece una atención muy personalizada. ¿Qué papel juega el espacio físico y la relación personal en la creación de cada prenda?

El espacio y la atención personal son tan importantes como la aguja y las tijeras. Nuestra sastrería es un lugar de diálogo y confianza: una casa donde el cliente puede detenerse, conversar y ser escuchado. La atmósfera invita a la calma, al ritual del proceso. En ese intercambio de necesidades y consejos se define la prenda, porque cada conversación acerca más al sastre al éxito de un trabajo impecable. Al final, la prenda nace tanto del trato como del trazo.

¿Cómo consigue interpretar la personalidad, el estilo y las necesidades de quien se sienta frente a usted para transformar todo eso en una prenda?

Escuchando más de lo que se habla. Desde que el cliente pone un pie en la sastrería analizamos cada aspecto de su ser, la postura, la voz, el gesto, incluso la forma en que alguien se mira al espejo, dicen mucho. No imponemos un estilo sino que se lo descubrimos al cliente. Hay quien necesita discreción, y quien busca presencia. Nuestro trabajo consiste en encontrar el equilibrio entre su autenticidad y los defectos que la tradición nos enseña a desvanecer.

La sostenibilidad no debería ser un eslogan, sino una consecuencia natural del buen hacer.

Más allá de las camisas, elaboran también pijamas, batas e incluso ropa interior a medida. ¿Qué les llevó a extender el saber hacer de la camisería a esas piezas íntimas del vestidor masculino?

La camisería es una sección muy potente dentro de Sastrería Prats y creemos firmemente que el confort y la elegancia no deberían limitarse a lo cotidiano y extramuros de casa de uno. El descanso, la intimidad y los momentos personales también merecen ser cuidados y mimados. Una prenda bien hecha, aunque nadie más la vea, cambia la manera en que uno se siente y eso si es un lujo.

En una época en que las grandes multinacionales mantienen ejercicios de sostenibilidad en entredicho, ¿cómo valoran desde su sastrería la elección en la procedencia de los materiales para garantizar la máxima calidad sin olvidar el concepto ético de la moda?

La sostenibilidad no debería ser un eslogan, sino una consecuencia natural del buen hacer. Trabajamos con tejidos de procedencia transparente (italianos, ingleses e incluso españoles), con proveedores que comparten nuestros valores de respeto al oficio y con materiales siempre nobles. Al producir de manera local, sin excedentes ni desperdicio, reducimos el impacto y aumentamos el valor real de cada pieza. En la sastrería artesanal, la sostenibilidad es inherente: se fabrica sólo lo que se necesita, para durar lo que debe. Sin excesos, sin complicaciones. Nuestro reto es educar a quien no visita para que entienda aue las grandes firmas del lujo manejan precios similares a los nuestros , pero ninguna ofrece la calidad y el alma de la sastrería artesanal.

La sastrería es un arte anclado en la tradición, pero también debe mirar hacia adelante. ¿Cómo imagina el futuro del oficio y qué papel jugará Sastrería Prats en esa evolución?

El futuro del oficio pasa por mantener viva la esencia adaptándola a las nuevas formas de vida y transmitiéndola a las nuevas generaciones. La sastrería no debe ser un museo, sino una conversación entre pasado y presente. En Sastrería Prats aspiramos a seguir siendo un referente de autenticidad: conservar la técnica, abiertos al estilo contemporáneo y a la innovación ética, y formar nuevas generaciones que comprendan que la verdadera modernidad nace del respeto por lo bien hecho.