A medida que aumenta la demanda de datos, impulsada por tecnologías revolucionarias como la IA, la informática cuántica y el Internet de las cosas, esta infraestructura global está evolucionando más rápido que nunca.
En 2026, las redes se volverán más inteligentes, más ecológicas y quizás incluso autoconscientes. Así pues, desde sistemas que detectan y se adaptan a su entorno, hasta redes cuánticas y conectividad que se extiende más allá de la atmósfera terrestre y hacia el espacio exterior, estas son las que creo que serán las tendencias clave que mantendrán al mundo conectado en 2026.
1. Agentes de IA en redes y telecomunicaciones
Los agentes de IA representan un gran avance con respecto a los chatbots de IA general como ChatGPT, ya que son capaces de realizar tareas complejas de varios pasos e interactuar con sistemas externos con mínima intervención humana. Esto los convertirá en una pieza clave para la evolución de las telecomunicaciones y la infraestructura de redes en 2026. Los agentes permitirán el desarrollo de redes autónomas y autorreparables, capaces de detectar y solucionar problemas técnicos, optimizar el rendimiento de la red en tiempo real y automatizar la atención al cliente.
Por ejemplo, Eriksson está desarrollando aplicaciones de agentes autónomos capaces de detectar anomalías en tiempo real en redes de acceso radioeléctrico (RAN). Se prevé que el mercado de IA de agentes en telecomunicaciones crezca exponencialmente, pasando de 3750 millones de dólares a cerca de 12 000 millones de dólares en 2030. En los próximos 12 meses, esta tecnología de IA de última generación se integrará de forma significativa en las operaciones comerciales.
2. El camino hacia el 6G
Si bien el despliegue de la tecnología 5G para el consumidor continuará en 2025, el próximo año los operadores acelerarán el progreso en la preparación de las bases para la próxima generación de conectividad móvil. Las redes 6G, cuyo lanzamiento comercial se prevé para alrededor de 2028, ofrecerán inteligencia artificial, detección e inmersión, proporcionando comunicaciones integradas en ciudades inteligentes, flotas de vehículos autónomos e infraestructura industrial con inteligencia artificial.
En 2026, las partes interesadas seguirán definiendo las especificaciones técnicas, incluyendo el establecimiento de hojas de ruta para la implementación y la asignación de longitudes de onda en el espectro radioeléctrico. Aunque ahora parezca lejano, para las empresas de telecomunicaciones y los operadores de red, en 2026 la carrera por asegurar su posición a la vanguardia de la próxima revolución de las redes ya está en marcha.
3. Las redes como sensores
Las redes están evolucionando rápidamente, pasando de ser meros conductos pasivos a sistemas activos e inteligentes capaces de percibir el mundo que las rodea. En esta era de las «redes de sensores», la propia red puede detectar cambios en su entorno.
Por ejemplo , las redes «6th Sense» de Nokia son capaces de comprender el mundo físico. Esto transforma la infraestructura de telecomunicaciones en sofisticadas herramientas de detección, permitiendo medir y analizar el tráfico de personas o máquinas sin las implicaciones para la privacidad que suponen las cámaras. Combinado con la IA, esto significa que en 2026 la infraestructura de telecomunicaciones no solo conectará el mundo, sino que lo comprenderá y reaccionará a él en tiempo real.
4. Redes cuánticas
Se prevé que 2026 sea el año en que las redes den el salto cuántico, a medida que la investigación en comunicaciones cuánticas alcance velocidades vertiginosas y los operadores implementen comunicaciones seguras desde el punto de vista cuántico para garantizar la seguridad de las telecomunicaciones del futuro. Nokia Bell Labs está
desarrollando tecnología de redes que aprovecha la tecnología cuántica y que podría reducir drásticamente el consumo energético de las redes ópticas, consideradas cruciales para superar el aumento de cien veces en el tráfico de datos de red previsto para la próxima década. Mientras tanto, China Telecom completó con éxito este año una llamada de voz con cifrado cuántico de 1000 km, abriendo el camino a comunicaciones seguras resistentes a las amenazas que representan los estándares de cifrado actuales. Se espera que el entusiasmo por la fusión de la tecnología cuántica y las redes alcance su punto álgido en 2026.
5. Infraestructura de red sostenible
En 2026, las redes más inteligentes se traducen cada vez más en redes más sostenibles. Según un informe de McKinsey, el creciente tráfico de red conllevará un aumento de las emisiones, por lo que las empresas de telecomunicaciones están implementando la gestión energética basada en IA y acelerando el uso de fuentes de energía renovables. Esto incluye la adopción de principios de diseño circular, lo que permite reutilizar y reciclar con mayor facilidad los equipos de radio y la fibra óptica. Más de 300 grandes operadores se han comprometido a alcanzar las cero emisiones netas para 2040 o 2050, lo que significa que la descarbonización es una prioridad, con beneficios tanto financieros como ambientales. En 2026, una mejor conectividad no tiene por qué ser perjudicial para el planeta; las empresas de telecomunicaciones deben demostrar que la sostenibilidad no es solo un requisito de cumplimiento, sino una vía hacia la ventaja competitiva.
6. Conectividad basada en el espacio
Con SpaceX, la compañía de Elon Musk, planeando lanzar el servicio de voz y datos a través de su red Starlink el próximo año, y los servicios 5G espaciales
previstos por grandes empresas como Vodafone, AT&T y Rakuten, así como la constelación de órbita terrestre baja (LEO) Project Kuiper de Amazon, es probable que 2026 sea el año en que la conectividad espacial comercial se generalice. Se espera que esto conlleve comunicaciones más resilientes y una cobertura más fiable, con redes que ya no se vean afectadas por limitaciones geográficas. También sentará las bases para los planes de la humanidad de expandirse en el espacio, desde la construcción de bases en la Luna hasta, eventualmente, el viaje a Marte. Para las empresas de telecomunicaciones en 2026, la última frontera es más que la siguiente expansión de la cobertura de red; es la preparación para otro gran salto de la humanidad.
En 2026, la tecnología de telecomunicaciones no se limitará a la transmisión de datos punto a punto, sino que se centrará en la creación inteligente de conectividad que permita explorar nuevas fronteras de innovación, comunicación y descubrimiento. Las empresas de telecomunicaciones, los operadores de red y los proveedores de servicios seguirán sentando las bases para la transformación digital continua de la sociedad; el reto consistirá en equilibrar la necesidad de una expansión constante del ancho de banda con la resiliencia, la seguridad y la sostenibilidad.
