Ser hijo de un padre triunfador y famoso debe ser complicado. Hay que tener una personalidad muy sólida para sobreponerse a las inevitables comparaciones que se van a establecer, sobre todo si el hijo decide seguir los pasos de su padre en un territorio idéntico o similar. Pero Carlos Sainz hijo, a sus treinta años, puede presumir, desde hace muchos años, de logros propios en un ámbito parecido pero diferente, al mismo tiempo, del que encumbró a Carlos Sainz padre.
Curiosamente, en lo que ambos coinciden plenamente es en su gusto en cuestiones de vestimenta: un gusto especial y, hasta cierto punto, clásico, que es el que ofrece desde su fundación, en 1983, Hackett, una firma que ha sabido modernizarse año tras año en sus ya más de cuarenta años de historia. Hace unos meses vimos a padre e hijo protagonizar por primera vez una campaña de publicidad de la marca perteneciente al grupo empresarial español AWWG y ahora ha comenzado a verse la segunda temporada de esta colaboración entre ambos Carlos Sainz y Hackett. Y ahora es el hijo –que acaba de lograr hace unas semanas su primer podio con la escudería de Fórmula 1 Williams (el primer podio de Williams en más de cuatro años), en el Gran Premio de Azerbaiyán 2025, donde terminó en la tercera posición– quien recibe a Forbes para hablar de su estrecha relación con Hackett desde que era niño…
¿En qué momento entró la ropa de Hackett en tu vida? ¿Eras ya cliente de la marca antes de ser imagen suya?
Era cliente de la marca; de hecho, llevo la marca Hackett desde que soy bien pequeñito, porque mi madre siempre pasaba por Hackett a comprar prendas. Y yo la llevo, creo, desde los 11 o 12 años: desde el momento en que te empiezas a poner una camisa o unos “chinos”.
¿Y siempre has tenido un estilo clásico? ¿O has llevado en alguna ocasión vaqueros con agujeros o muy desgastados o camisetas con nombres de bandas de rock?
Siempre he tenido un estilo clásico para los momentos más elegantes, pero también es verdad que cuando era joven o adolescente, alguna vez me he puesto pantalones rotos o pantalones pitillo o una camiseta con logo. Lo que pasa es que siempre he sabido diferenciar entre los momentos para ponerme eso y lo que era ir a un evento: un bautizo, una comida o cena familiar, etc. Ahí siempre he intentado vestirme de la manera más clásica y elegante posible, porque también he vivido ese ejemplo con mi padre y con mi familia, que siempre iban así vestidos.
¿Qué fue lo que más te atrajo de colaborar con Hackett y qué diferencia a esta marca de otras dentro del mundo de la moda masculina?
En primer lugar, que la llevo utilizando toda mi vida y eso seguro que me incitó a que la colaboración fuese más fácil y más cómoda. Luego, el hecho de que son prendas de ropa que yo uso en mi vida cotidiana, todos los días. Y, finalmente, también está el hecho de que me ofrecieran la oportunidad de hacer una primera colaboración en una campaña con mi padre. Eso fue un incentivo importante, porque nunca habíamos hecho nada juntos y queríamos probar cómo quedaba la idea que tenía Hackett en la cabeza. Y creo que el resultado al final ha sido bueno y los dos estamos muy contentos.
¿Cómo surgió la propuesta?
Al ser siempre fieles al estilo Hackett, la marca también lo vio claro desde un principio. Y coincidió con que mi padre se animó a hacer la primera colaboración conmigo, porque él siempre había intentado evitar que estuviésemos juntos en fotos, porque siempre ha querido diferenciar mi carrera deportiva de la suya. Pero cuando ha visto que yo ya estoy establecido como piloto y deportista, haciendo lo mío, cuando se presentó la idea, la aceptó.
Siendo cliente habitual de Hackett, te iba a preguntar cuál es la prenda que consideras imprescindible, pero imagino que todas, ¿no?
Sí y no, porque siempre puedes tener preferencias… A mí siempre me ha gustado una chaqueta bonita y cómoda, ya sea un poco más sport o un poco más elegante. Creo que es lo que define un poco al hombre clásico y elegante.

Y si una prenda te gusta mucho, ¿te compras una segunda unidad para tener siempre “quita y pon”?
Sí, soy de comprar la misma prenda en dos o tres colores diferentes; soy mucho de repetir, aunque con una pequeña variedad.
¿Puedes ir “de tiendas”? O, dada tu popularidad, ¿haces la compra por internet?
Depende. Si estoy de viaje y paso por una tienda, voy a la tienda; pero si estoy en casa o en Madrid o en un sitio en el que me reconocen más, prefiero hacer la compra por internet. Pero no soy, de todos modos, alguien al que le gusta ir demasiado de compras. Intento evitar las tiendas lo máximo posible; prefiero hacerlo por internet. Y si me tengo que hacer un traje también prefiero que venga al sastre a casa o, en todo caso, pasarme por la tienda un segundo a hacerlo e irme. Cumplo bastante con ese estereotipo del hombre al que no le gusta ir de compras.
Da la sensación de que existe una gran complicidad entre tu padre y tú. ¿Qué te pareció la experiencia de compartir campaña con tu padre?
Ha sido una experiencia muy bonita. Poder hacer ya dos campañas junto a mi padre, vestido de Hackett, con prendas que nos ponemos durante toda la vida, y poder hacerlo de esta manera simpática, creo que hace que se note que hay complicidad entre el uno y el otro. Al final hicimos una primera campaña de primavera-verano y ahora otra de otoño–invierno y quedan imágenes que, seguramente, también conservemos nosotros para el resto de nuestras vidas. A mi madre y a mis hermanas también les ha gustado mucho y, al final, eso es lo importante.
Por cierto… ¿de quién era el braco de Weimar de la primera campaña?
De una familia de Madrid. La campaña de otoño-invierno, en la que salimos con cinco o seis perros spaniel, se hizo en Oxford, en Inglaterra. Pero yo ya les he dicho a los de Hackett que la próxima vez que quieran un perro en una foto, tiene que ser el mío.
¿Qué perro tienes?
Tengo un drahthaar [un braco alemán de pelo duro]. Es un perro de caza, un perro un poco hiperactivo, que ahora mismo vive en el campo. Y cada vez que tengo la oportunidad de ir a verle, se me cae la baba porque nos llevamos muy bien y es de esos perros fieles, divertidos, muy activos y muy, muy cazador. Me gusta mucho.
¿Le solías “robar” ropa del armario a tu padre? ¿Y él a ti?
Sí, solemos robarnos dos o tres cosas. Sobre todo corbatas y jerseys. Chaquetas no, porque no usamos la misma talla, pero un jersey suyo sí que me vale. Pero más que “robarnos”, lo que solemos hacer es intercambiar de vez en cuando.
¿Consideras que eres el más elegante de los pilotos actuales?
No soy yo quién para tomar esa conclusión, eso tiene que venir de fuera.
Yo, más elegante que Hamilton sí te veo.
Sí, menos moderno, menos a la moda que él, sí; pero elegante o no, eso ya es cuestión de verlo desde fuera.
¿Quién ha sido (o es), para ti, un referente de estilo en el vestir?
Si piensas en un hombre clásico, elegante, a mí me viene a la cabeza George Clooney o un gentleman inglés. Sí, George Clooney es un buen ejemplo.
