Lifestyle

Necesitas unas vacaciones

No te viene ni una idea a la cabeza
¡Bienvenido al principio del fin! Tus cabeza no da más abasto. Necesitas un descanso, resetear, ver cosas nuevas que no sean la pantalla de la oficina, la ducha, la cama el coche y/o el metro. Pretender tener ideas frescas sin tener descansos es como querer dormir después de una siesta de dos horas: prácticamente imposible. Ya sabes, si tu mente está colapsada, tómate un respiro. Si no pueden ser unas vacaciones, al menos un día de relax alejado de todo lo relacionado con tu trabajo, ya verás como todo va mucho mejor ahí dentro.

No sabes hablar de otra cosa
Tus seres queridos no te van a decir que eres un pesado porque te quieren, perro ganas seguro que no les faltan. Si comienzas a ver que aquellos que te rodean se aburren de escucharte porque tu tema de conversación siempre es el trabajo: necesitas unas vacaciones. Más claro, agua. Necesitas poder hablar de lago más, ver algo diferente a lo que ves todos los días. Experimentar nuevas sensaciones, aunque sea salir a cenar a un restaurante de las afueras con tu familia el fin de semana: al menos hablará de lo rica que estaba la comida y no de los beneficios del mes pasado.

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No ves a tus amigos y a tu familia sí porque duermes en casa, que si no…
Definitivamente: necesitas unas vacaciones. Stop, basta, no estás haciéndolo bien. Si has llegado al un momento en el que tus obligaciones profesionales le han comido el terreno a tus “obligaciones” personales, es que has tocado fondo. Ya no queda otra sino ir para arriba: tomarse un descanso. No puedes abandonar tu vida personal por un proyecto por muy importante que sea. Si notas que echas demasiado en falta a los tuyos o que te están reclamando ya seriamente: haz caso y ve con ellos, lo necesitas. Que los negocios no acaben con tus relaciones personales.