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Blau Gran Hotel Las Caldas: bienestar histórico, gastronomía con alma y eventos con identidad en el corazón de Asturias

En el frondoso valle del río Nalón, a apenas ocho kilómetros de Oviedo, Blau Gran Hotel Las Caldas, de cinco estrellas, se alza como un remanso de lujo, historia y bienestar. Construido en 1776 y restaurado con mimo, este resort de cinco estrellas no solo conserva la esencia de los grandes balnearios europeos, sino que ofrece una experiencia contemporánea que combina salud, confort y gastronomía con una vocación clara por la excelencia.

Un complejo donde el tiempo se detiene: historia, arquitectura y termalismo contemporáneo

Blau Gran Hotel Las Caldas se emplaza en un escenario idílico a orillas del río Nalón, en un entorno donde la naturaleza asturiana irradia serenidad y se fusiona con una arquitectura termal de siglos pasados. El complejo, declarado como balneario desde el siglo XVIII, ha sido restaurado integrando los estilos arquitectónicos del siglo XVIII, XIX y XX con la máxima fidelidad y elegancia.

El origen del balneario se remonta a 1776, cuando el arquitecto Ventura Rodríguez y su discípulo Manuel Reguera diseñaron la antigua Casa de Baños aprovechando las aguas mineromedicinales que afloran a 40 °C y que contienen propiedades bicarbonatadas cálcicas y magnésicas. A lo largo del siglo XIX vivió su época dorada con la construcción del Gran Hotel, el Salón de los Espejos, el Casino y una pasarela de hierro que simbolizaban la Belle Époque asturiana. Durante el siglo XX sufrió un declive —llegando a cerrar en 2004— hasta que una ambiciosa rehabilitación lo convirtió en un resort termal de referencia.

Hoy, Las Caldas Villa Termal conjuga tradición y modernidad bajo el formato de Wellness Clinic Resort, integrando salud, deporte y bienestar en un entorno patrimonial restaurado meticulosamente. El Gran Hotel ofrece 79 habitaciones, distribuidas en categorías que van desde Dobles hasta Suites Deluxe, todas ellas diseñadas con confort y elegancia.

El complejo termal se articula en dos espacios principales:

  • Balneario Real, que conserva la estructura clásica de la Casa de Baños junto al Manantial y la Sala de Columnas, donde brotan las aguas mesotermales utilizadas en tratamientos exclusivos. Una experiencia de bienestar silenciosa y sofisticada, que recupera el legado del termalismo europeo.
  • Aquaxana, un moderno circuito hidrotermal inspirado en el Panteón de Roma, con hidroterapia, piscina exterior climatizada, piscina activa, duchas de contraste, sauna panorámica, camas calefactadas y un espectáculo de agua, luz y sonido. Todo ello rodeado por más de 4.000 m² de jardines, en una propuesta dinámica, familiar y accesible.

Estas instalaciones están abiertas tanto a huéspedes como a visitantes externos, lo que convierte al complejo en un punto de referencia no solo para quienes se alojan, sino para cualquier persona que busque una inmersión en el bienestar físico y mental. El agua termal, la arquitectura centenaria y la atención al detalle hacen que el tiempo, en Las Caldas, parezca detenerse.

Eventos que trascienden el protocolo

En Las Caldas, el concepto de evento supera lo funcional. Con 11 salones polivalentes bañados por luz natural, terrazas ajardinadas y más de 10.000 m² de zonas exteriores, el complejo es un escenario versátil para celebraciones sociales y encuentros profesionales. Reuniones estratégicas, congresos, bodas íntimas o viajes de incentivo encuentran aquí un entorno que estimula la concentración, la inspiración y el vínculo entre personas.

Las posibilidades son tan amplias como personalizables: desde sesiones de yoga al aire libre hasta rutas en bicicleta por el valle, clases de cocina saludable o tratamientos de spa para grupos. La cercanía con la iglesia de San Juan de Priorio —accesible a pie— y la posibilidad de diseñar ceremonias civiles o religiosas, así como la cuidada oferta gastronómica y de alojamiento, completan una propuesta a la altura de cualquier celebración.

Scanda: una cocina que conversa con el paisaje

En el antiguo casino del hotel —un espacio con suelos hidráulicos del siglo XIX, altos techos y ventanales abiertos al verde— se encuentra Scanda, el restaurante dirigido por el chef Raúl Galán. En un ambiente íntimo y elegante, Galán despliega una cocina asturiana reinterpretada desde la honestidad y el respeto al producto. Platos de cuchara, menestras de temporada, flores de calabacín con queso Afuega’l Pitu o reinterpretaciones de clásicos como los pimientos del Padrón dialogan con el entorno y con la filosofía del complejo: sabor consciente, pocas grasas, producto local.

La propuesta, basada en ingredientes de proximidad —incluidos los del propio huerto del hotel— y técnicas afinadas pero no exhibicionistas, refleja la trayectoria del chef. Autodidacta, formado en cocinas como Zuberoa (con Hilario Arbelaitz) o en el Transcantábrico Gran Lujo, Galán ha consolidado Scanda como una de las mesas más recomendables de Asturias para quienes buscan una experiencia gastronómica sobria, sensible y bien ejecutada.

Un lujo silencioso con alma asturiana

En un momento en que el turismo de calidad se redefine en torno al bienestar, la sostenibilidad y la experiencia personalizada, Blau Gran Hotel Las Caldas responde con una propuesta sólida, madura y profundamente alineada con el alma de su tierra. Un destino que no necesita artificios para brillar, porque lo hace con historia, paisaje y hospitalidad.