Si eres fan de Van Halen y siempre has soñado con tener su guitarra eléctrica, estás de suerte. Aunque tendrás que preparar el bolsillo. El motivo no es otro sino que la icónica guitarra del artista se pondrá a la venta en una gran subasta que se celebrará en Shoteby’s este otoño. En concreto, el 24 de octubre. El problema es que no todos los bolsillos podrán adquirirla.
Hecha a medida y tocada por Eddie Van Halen, esta pieza de coleccionista será la protagonista de la primera Semana del Grails de la casa de subastas en Nueva York donde estiman que la cifra de venta pueda alcanzar entre los dos y los tres millones de dólares.
Y no es para menos. Hablamos de una legendaria pieza de la historia del rock and roll. Van Halen la tocó frecuentemente en las giras de su banda entre 1982 y 1983 hasta que en algún momento el músico decidió regalársela a su amigo y técnico Robin ‘Rudy’ Leiren.
Un regalo que no acabó en esas manos, ya que Rudy se la vendió a Mick Mars, quien fuese guitarrista de Mötley Crüe. Y a partir de ahí se pierde el rumbo, ya que el actual propietario ha solicitado el anonimato en esta subasta. Lo que sí está claro es que se llevará una gran suma de dinero por esta pieza que es única en el mundo.
Van Halen modificaba muchas guitarras para adaptarlas a sus necesidades
Así lo confirma Ian Ferreyra de Bone, director general de la división de lujo de Shoteby’s, quien apunta que “la influencia de Eddie Van Halen en la guitarra moderna es inconmensurable y esta guitarra es una pieza excepcional de este legado”.
La razón principal es que la Kramer de Van Halen es una guitarra construida a partir de muchas modificaciones realizadas para su persona. Es decir, modificaba muchas guitarras para adaptarlas a sus necesidades y transformaba absolutamente todo: desde la longitud del mástil hasta la altura de los trastes. El fin último: una interpretación inmejorable.
Esto es lo que dio a las guitarras del músico una apariencia única. Porque realmente así lo era. Esta Kramer roja está pintada con aerosol con sus características rayas blancas y negras. Además, se puede observar en ella el desgaste por el uso y el paso del tiempo.
Todo ello convierte a esta guitarra en una pieza de coleccionista convertida en un tesoro de la música. No obstante, todos aquellos que no puedan permitirse pujar en la gran subasta, tendrán la oportunidad de verla expuesta entre el 13 y el 16 de agosto en Monterey, California. Una última oportunidad antes de que cambie de manos de forma definitiva. ¿Quién dará más?
