Durante años, los auriculares inalámbricos marcaron una auténtica revolución. La posibilidad de escuchar música sin cables, a través de bluetooth, transformó nuestra forma de consumir audio y ofreció una libertad que rápidamente conquistó el mercado. Sin embargo, en los últimos meses las ventas de auriculares con cable se han disparado. ¿La razón? Todo lo antiguo vuelve, especialmente si lleva la etiqueta de vintage. Y en esto, la Generación Z está marcando el camino, rescatando el espíritu de los años 2000
Aunque los auriculares inalámbricos ofrecen comodidad en movimiento, no todo son ventajas. Los modelos con cable están recuperando terreno porque, entre otras cosas, no requieren carga. Se conectan y funcionan al instante. Además, su calidad de sonido suele ser superior por la ausencia de compresión, y su precio resulta mucho más accesible para muchos usuarios.
Los auriculares con cable no son una novedad. Desde su aparición, acompañaron la evolución de la música: primero con los walkman, después con los discman y, más tarde, con los primeros MP3 y teléfonos. Durante décadas fueron el estándar de cómo escuchar música de forma personal. Su aparente desaparición fue solo un paréntesis, ahora regresan, reivindicando su lugar como un clásico tecnológico.
“Todo vuelve” es una frase repetida, pero más cierta que nunca. La cultura Y2K, estético y musical de principios de los 2000, ha vuelto con fuerza de la mano de la Generación Z. Esta ola nostálgica ha inundado la moda, el diseño y también la tecnología. Usar auriculares con cable ya no es simplemente una elección práctica es también una declaración de estilo y una forma de conectarse con una época que hoy se ve con ojos románticos.
El regreso de los auriculares de cable no ha pasado desapercibido para las celebridades. Paul Mescal, Gigi Hadid, Justin Bieber, Jacob Elordi, Emily Ratajkowski y Dua Lipa, entre otros, han sido vistos caminando por las calles con sus cables colgando con orgullo. Y si algo ha demostrado el mundo del entretenimiento es que cuando las figuras más influyentes adoptan una tendencia, millones la siguen. Lejos de verse como algo anticuado, hoy los cables se integran con looks cuidados y urbanos.
