Glastonbury, celebrado cada año en Worthy Farm, Inglaterra, ofrecer un espacio al arte y la música. Desde 1970, ha reunido a cientos de miles de personas en un entorno donde la música, el arte, la naturaleza y la expresión creativa se encuentran.
A lo largo de los años, ha sabido combinar la esencia de los festivales clásicos con nuevas propuestas, acogiendo rock, pop y también jazz, R&B, techno, y otros géneros que reflejan la escena musical del momento.
En los últimos años, Coachella ha ganado una gran presencia, incluso en Europa. Se ha convertido en un evento de referencia no solo por su cartel musical, sino también por la visibilidad que ofrecen las redes sociales, los influencers y las celebridades. Lo que comenzó como un festival alternativo en California es hoy un fenómeno cultural global, donde antes se destacaban solo las figuras públicas y ahora participan personas de todo el mundo, haciendo de la experiencia algo masivo, pero accesible y diverso.
Lo interesante de Glastonbury es cómo ha mantenido una atmósfera en la que muchos artistas se sienten verdaderamente cómodos. No es solo un lugar para actuar, sino para estar, recorrer, mezclarse con el público y disfrutar de la música de otros. En esta edición, se ha visto a figuras como Olivia Rodrigo, Gracie Abrams, Harry Styles, Lorde, Paul Mescal, Louis Partridge, Joseph Quinn, Daisy Edgar-Jones y Louis Tomlinson por el festival con naturalidad, lejos de los reflectores y la presión de otros grandes eventos.
Mientras que otros festivales son conocidos por los looks llamativos y producidos, en Glastonbury predomina un estilo mucho más relajado. Este año, los asistentes incluyendo las celebridades, optaron por outfits cómodos y sin pretensiones. Prendas básicas, botas resistentes, chaquetas vintage o impermeables fueron la norma. La moda aquí pasa a un segundo plano, dejando espacio para la música, el ambiente y la libertad de expresión.
Esta edición reunió a artistas de distintos estilos y trayectorias como Charli XCX, Biffy Clyro, RAYE, Doechii, Loyle Carner, Ezra Collective y The Prodigy, entre muchos otros. La programación del festival demuestra que la variedad une a públicos diferentes a una misma experiencia colectiva.
Glastonbury se ha convertido en una alternativa para artistas que prefieren un entorno menos mediático. Es un festival donde los famosos se confunden con el público general. En lugar de seguir tendencias, parece marcar su propio ritmo.
