1. Tienen la mente abierta, suelen ser personas receptivas que se adaptan a los cambios y a todo lo que suceda a su alrededor. Tolerancia y respeto.
2. Desarrollan su inteligencia emocional desde bien pequeños.
3. No ponen cortapisas a su alegría ni a la de los demás, son personas optimistas y vitales.
4. Saben decir “no” sin problemas. Entienden que decir “sí” cuando no debes o quieres puede suponer un verdadero problema. Decir “no” es de lo más saludable…
5. Son capaces de ver otro punto de vista, de ponerse en la piel de los demás cuando es necesario.
6. Son personas tranquilas y confiadas, la inseguridad no forma parte de su personalidad. Si quieres mantenerte fuerte mentalmente debes ser una persona serena. La inseguridad sólo aporta miedos
7. Se alejan de la gente tóxica, saben que no aportan nada más que inestabilidad.
8. Aceptan los cambios como algo normal en la vida. Saben que todo cambia continuamente, y ellos son agua que se adapta a los diferentes recipientes.
9. Entienden y asumen los errores y los fracasos como parte del aprendizaje. No hacen un drama de cada error. Les sirven como lección para levantarse aún más fuertes.
10. Suelen hacer ejercicio porque saben que no se puede ser fuerte mentalmente sin una disciplina corporal. “Mens sana in corpore sano”.