Imagínate esto: un recién graduado universitario de 22 años se sienta a asesorar a uno de los ejecutivos más veteranos de la empresa. Puede parecer poco convencional, pero eso es precisamente lo que se busca. Se conoce como mentoría inversa y es una práctica cada vez más habitual en la que los empleados más jóvenes comparten conocimientos, experiencias y puntos de vista con líderes experimentados. Esta tendencia da un giro al guion habitual y fomenta el aprendizaje bidireccional, lo que puede salvar las brechas generacionales, generar ideas nuevas y promover culturas laborales más inclusivas.
Los líderes empresariales predicen que la generación Z dominará el mercado laboral en 2030, y ya se pueden ver indicios de que esto sucederá en 2025. La generación más joven de empleados está transformando la forma de trabajar. No dudan en expresar lo que quieren. La generación Z prefiere la comunicación asíncrona, la gestión visual de tareas y los flujos de trabajo flexibles, y está empujando a los empleadores a replantearse cómo se lleva a cabo la colaboración entre equipos, según Christine Royston, directora de marketing de Wrike.
Hablé con la directora de marketing, quien me dijo que estos cambios son más que simples preferencias generacionales. Royston los ve como señales de un cambio permanente en la productividad en el lugar de trabajo. Además, cree que la generación Z está impulsando la adopción de plataformas de colaboración más inteligentes y flexibles.
«La generación Z prefiere la comunicación asíncrona, la gestión visual de tareas y los flujos de trabajo flexibles, y está empujando a los empleadores a replantearse los modelos tradicionales de colaboración», afirma Royston. «Estoy viendo cómo la generación Z acelera el cambio de las jerarquías rígidas hacia culturas fluidas, tecnificadas y basadas en objetivos comunes«.
La directora de marketing señala que la generación Z no quiere encajar en la cultura, sino ampliarla. Ella interpreta que eso significa que esperan que las organizaciones creen entornos que acojan perspectivas diversas y fomenten la innovación. «La cultura ya no es un concepto estático ni un conjunto de valores colgados en la pared, sino un sistema operativo dinámico que impulsa el progreso o lo frena y, gracias a la generación Z, está evolucionando más rápido que nunca».
La generación Z está aportando su versión actualizada de cómo debe gestionarse el lugar de trabajo. Están reescribiendo el trabajo por turnos en una tendencia emergente conocida como microturnos, diseñada para ofrecer flexibilidad y conciliación entre la vida laboral y personal con el fin de satisfacer las necesidades tanto de los empleados como de los empleadores. Además, están optando por microjubilaciones en lugar de esperar a una edad más avanzada para viajar por el mundo, allanando el camino para que los trabajadores den prioridad al equilibrio entre la vida laboral y personal. Ahora, una de las últimas tendencias que están introduciendo en el lugar de trabajo es la mentoría inversa a sus compañeros de más edad.
Por qué está en auge el mentoring inverso y cómo funciona
«Hoy en día, las empresas necesitan cada vez más ser innovadoras y estar conectadas con su personal», explicó John Staines, socio director de recursos humanos globales de DHR Global. «Se trata de mantenerse a la vanguardia y, al mismo tiempo, crear una cultura colaborativa y motivadora».
Staines afirma que los altos directivos están reconociendo que la generación Z tiene una perspectiva nueva en lo que respecta a temas como la tecnología y la cultura del lugar de trabajo, y que están deseosos de aportar esa creatividad. «Fomenta un liderazgo auténtico en el que el aprendizaje fluye en todas las direcciones, no solo de arriba abajo. ¡Y funciona!», insiste. «Lo puse en práctica en Cigna y aprendimos mucho de nuestros compañeros más jóvenes».
Staines explica cómo funciona la mentoría inversa. Consiste en emparejar a empleados junior o más jóvenes con líderes senior para compartir ideas, experiencias y opiniones. Afirma que esto da la vuelta al modelo tradicional de mentoría, fomentando una experiencia de aprendizaje bidireccional que ayuda a salvar las brechas generacionales y a generar nuevas ideas. Además, la mentoría inversa difumina las tensiones generacionales para impulsar el crecimiento, ya que ayuda a los ejecutivos a cuestionar sus formas tradicionales de pensar.
«Hemos observado que las organizaciones que adoptan la mentoría inversa tienen culturas más sólidas, ya que se valora todas las opiniones, lo que hace que los empleados de todos los niveles se sientan escuchados», afirma. «Para que tenga éxito, los ejecutivos deben aceptar realmente las ideas y los comentarios, y realizar cambios que reflejen estas conversaciones».
¿Están los boomers abiertos al mentoring inverso de la generación Z?
Le pregunté a Staines que, después de que el 45 % de los directivos acusaran a la generación Z de ser la peor para gestionar, ¿por qué los ejecutivos con experiencia se someterían a una generación de trabajadores jóvenes que han sido vilipendiados? Me dijo que los líderes de la generación del baby boom están abiertos al mentoring inverso, especialmente cuando se comunica claramente su valor.
«La intención no es que los empleados de la Generación Z den órdenes a los altos directivos, sino que ofrezcan una nueva forma de ver los problemas», explica Staines. «Aunque algunos pueden mostrarse reticentes, muchos baby boomers están muy abiertos a aprender y conectar con las generaciones más jóvenes cuando se les da la oportunidad. La clave está en abordar el tema con respeto mutuo, sin juzgar».
Conclusión final sobre la mentoría inversa
Staines afirma que la tutoría inversa es un potente motor de crecimiento organizativo desde arriba hacia abajo. Me dijo que sabe que funciona porque ha experimentado cómo fomenta la empatía, estimula la innovación y refuerza la colaboración entre personas de diferentes edades y niveles de experiencia.
«La tutoría inversa crea un espacio para conversaciones reales y sinceras que de otro modo quizá no se producirían. Permite que tanto los empleados junior como los senior comprendan y escuchen las perspectivas de los demás, incluso si son diferentes a las suyas», concluye Staines. «Esto genera empatía, algo extremadamente importante en cualquier entorno de trabajo. Expone a los líderes a nuevas ideas y tecnologías con las que quizá no se encontrarían por sí mismos en su día a día, lo que desbloqueará la innovación e impulsará el compromiso de los empleados. Al conectar a los empleados de diferentes niveles de experiencia y funciones, fomenta un sentido compartido de propósito».