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5 tipos de personas de las que debes huir


Hay gente que habla mucho y es cotilla por naturaleza, pero suele poder distinguirse perfectamente de la gente que cuchichea de los demás con maldad. También hay quien es reservado y muy neutral, pero en algún momento tiene que dejar de serlo, si no, sospecha.

Es complicado etiquetar a la gente sin caer en los prejuicios, pero hay ciertas personas a las que se les ve venir, al menos, al cabo de un tiempo. Y para que evites conflictos en tu vida, en este artículo te contamos los rasgos de 5 tipos de personas tóxicas que deberías intentar tener lejos.

Los criticones
Son esa clase de personas que pueden comentar tanto de la vestimenta del nuevo de la oficina como de física cuántica, así, sin despeinarse y ni decir nada bueno. Siempre ponen todo en tela de juicio, a veces sin mala intención, pero pueden involucrarte en malentendidos.

Los envidiosos
Ellos nunca te van a reconocer ni el trabajo bien hecho, ni lo bien que te sienta ese ascenso a jefe de equipo. Ignóralos y deja que se mueran de envidia todo lo que quieran. Y, por supuesto, no les cuentes tus planes, porque si algo puede salirte mal, igual no te sale, pero ya se encargarán ellos de llamar a Murphy.

Los arrogantes
Si uno de ellos está presente en la sala, olvídate de llevar razón en algo. Aunque con suerte, si te toca uno con un mínimo de educación, solamente te mirarán por encima del hombro y se irá con su verdad absoluta a otra parte. No escuchan, así que no pretendas que entren en razón. Ya les dolerá el cuello de llevar la cabeza tan alta…

Las mosquitas muertas
Ojo con este tipo de gente. Nunca ponen malas caras, nunca les parece mal nada, pasan por la vida como sin pena ni gloria, pero cuidado, eso es solo lo que parece, saben muy bien dónde y con quién abrir la boca. Identifícalos cuanto antes y ten cuidad porque saben tirar de la lengua. Habla delante de ellos sólo lo que te interese.

Los agoreros
Los reyes de la negatividad y las malas vibraciones. Para ellos la vida es como un bucle de infortunios y “desgracias”, entrecomilladas, sí, porque son capaces de hacer un drama de lo más absurdo que puedas imaginar. Si quieres mantener tu cabeza en equilibrio, no hagas mucho caso de lo que dicen, quejarse es su hobby favorito.