Jeff Bezos (Albuquerque, EE. UU., 61 años) vendió una de sus propiedades en Hunts Point, Washington, por 63 millones de dólares, estableciendo nada menos que un nuevo récord en el mercado inmobiliario residencial del estado. La mansión, que adquirió en 2019 por casi la mitad de precio, 37,5 millones de dólares, cuenta con 875 metros cuadrados construidos en un ambiente natural y está ubicada frente al lago Washington.
Diseñada por el arquitecto Jim Olson en 2003, la casa incluye tres dormitorios, cuatro baños, una cocina secundaria pensada para servicios de catering, vestidores espaciosos, ascensor, terraza con chimenea en la azotea y una pasarela de vidrio que conecta con una casa de huéspedes de dos plantas. Su nuevo propietario es Cayan Investments, que podrá aprovechar también su muelle de 203,45 metros cuadrados valorado en 280.000 de dólares que puede acomodar tanto barcos como hidroaviones. Anteriormente, la finca perteneció a Barney Ebsworth, coleccionista de arte y fundador de las compañías de viajes INTRAV y Royal Cruise Line.

Adiós Seattle
Esta venta ocurre en el marco de la mudanza de Bezos a Miami, ciudad que eligió para estar más cerca de sus padres y de su pareja, Lauren Sánchez, con la que contraerá matrimonio a finales de junio de este año en Venecia. En una publicación de Instagram, el fundador de Amazon compartió su nostalgia por dejar Seattle, ciudad que fue su hogar desde 1994 y donde fundó Amazon desde el garaje de su casa. También mencionó que las operaciones de su empresa aeroespacial Blue Origin se están trasladando hacia Cabo Cañaveral.
Aunque se deshizo de esta lujosa residencia, Bezos aún posee dos propiedades en Seattle, una adquirida en 1998 por 10 millones de dólares y otra en 2010 por 45 millones. Además, ha invertido en varias mansiones en Indian Creek Island, un enclave exclusivo en Florida conocido como el “búnker de los millonarios”. Estas son solo algunas de las propiedades dentro de su imperio inmobiliario valorado en 12.000 millones de dólares.
La venta marca un paso más en la desvinculación progresiva de Bezos con Seattle, mientras consolida su presencia en Florida, donde ya ha invertido cerca de 400 millones de dólares en bienes raíces. Su traslado simboliza no solo un cambio personal, sino también una nueva etapa empresarial con un foco creciente en sus proyectos espaciales.