Madrid florece esta primavera y lo hace con uno de los espectáculos naturales más esperados: la floración de miles de tulipanes. La ciudad se viste de colores vibrantes y se convierte en un plan perfecto para pasear y desconectar durante Semana Santa, sin necesidad de hacer maletas.
La primavera en Madrid no solo se siente en el ambiente, también se vive a todo color. Con la llegada de abril, algunos de los rincones más emblemáticos de la ciudad se transforman gracias a la floración de miles de tulipanes, que convierten plazas y jardines en auténticos paisajes de postal.
Uno de los escenarios más sorprendentes es la Plaza de Oriente, donde 7.500 tulipanes ya han comenzado a desplegar su colorido. Estas flores no son solo un regalo visual: fueron plantadas el pasado noviembre como muestra de gratitud de la princesa Amalia de Orange, heredera al trono de los Países Bajos, por la acogida que recibió durante su estancia en la capital.
Pero el espectáculo floral no se limita solo a este icónico lugar frente al Palacio Real. Los tulipanes también han tomado otros puntos como el paseo de Recoletos, la Puerta de Alcalá y, cómo no, el Real Jardín Botánico, que cada año se convierte en uno de los enclaves favoritos para los amantes de la naturaleza y la fotografía.
En el Botánico, además de admirar sus parterres repletos de variedades como ‘Apeldoorn’, ‘Ballerina’, ‘Barcelona’ o ‘Violet Beauty’, los visitantes pueden optar por recorridos guiados por 8 euros o paseos libres con entrada general por 4 euros. Durante todo el mes de abril abre sus puertas ininterrumpidamente de 10:00 a 20:00 horas, siendo estos días de Semana Santa el momento perfecto para disfrutar del espectáculo en su máximo esplendor.
Una vez que las flores alcanzan su punto álgido, la ciudad se convierte en un pequeño homenaje al paisaje holandés, sin necesidad de salir de España. Una experiencia que une historia, naturaleza y fotografía, ideal para aquellos que buscan un plan tranquilo, inspirador y accesible en estas vacaciones.
