Lifestyle

Villa Aurora revela sus secretos al mundo: esta joya escondida de Roma abre sus puertas por primera vez

Tras siglos de pertenecer a la aristocracia romana y guardar celosamente el único mural de Caravaggio, la histórica Villa Aurora finalmente recibe visitantes, coincidiendo con el Año Jubilar y una gran exposición dedicada a Guercino.

Roma, la ciudad eterna, esconde secretos en cada rincón, pero pocos tan bien guardados como Villa Aurora. Esta joya arquitectónica del siglo XVI, que perteneció a la influyente familia Ludovisi, ha permanecido cerrada al público durante siglos, resguardando entre sus muros uno de los tesoros más singulares del arte: el único mural de techo conocido de Caravaggio. Ahora, tras quedar atrapada en una prolongada disputa de herencia, la villa abre sus puertas coincidiendo con el Jubileo Católico y una exposición monumental dedicada a Guercino, otro de los grandes maestros barrocos.

Construida en 1570 sobre uno de los puntos más altos de Roma, la Villa Aurora, también conocida como Casino di Villa Boncompagni Ludovisi, no solo presume de unas vistas privilegiadas, sino de una riqueza artística difícil de igualar. Desde el siglo XVII, fue bastión de la poderosa familia Ludovisi, bajo la protección de Papa Gregorio XV, y hogar de un vasto patrimonio cultural que incluía obras de Caravaggio, Guercino y otros grandes nombres del barroco italiano.

La joya más preciada del lugar es, sin duda, el mural que Caravaggio pintó en una pequeña estancia de la planta superior, la única obra de este tipo atribuida al genio lombardo. No menos relevante es la alegoría de la Aurora, creada por Guercino en el recibidor de la villa, que da nombre al edificio. En esta pintura, el artista despliega todo su talento barroco para representar a la diosa Aurora surcando los cielos en su carro, mientras la noche se desvanece y los búhos huyen ante el primer destello de luz.

La apertura de Villa Aurora forma parte de un acuerdo excepcional con los herederos de la propiedad, en paralelo a la exposición que las Escuderías del Quirinal dedican a Guercino hasta el próximo 26 de enero. La muestra reúne 122 piezas, incluyendo obras que revelan la colaboración del pintor con el papado y otras recientemente descubiertas, como un cuadro sobre Moisés hallado en 2022. Desde España también han llegado importantes préstamos, entre ellos Susana y los viejos del Museo del Prado y Lot y sus hijas del Monasterio de El Escorial.

Aunque la visita a la villa está limitada a la planta baja, el acceso a este enclave, que siglos atrás impresionó a escritores como Goethe y Stendhal, ofrece la posibilidad de adentrarse en un universo de jardines desaparecidos, salas de frescos y esculturas que resumen el esplendor aristocrático romano. Su reapertura ha causado sorpresa incluso a los organizadores de la exposición de Guercino, quienes ya habían creado una réplica de la famosa Aurora para el evento.

Más allá de su valor artístico, Villa Aurora es testigo silencioso de la evolución de Roma, desde su época como villa suburbana con extensos jardines hasta su transformación en el elegante barrio Ludovisi tras la parcelación y venta de los terrenos en el siglo XIX. El Casino Boncompagni, el edificio que ha sobrevivido al paso del tiempo, es hoy la prueba viva de un patrimonio que, por fin, se deja descubrir.

Artículos relacionados