Dejar un empleo antes de encontrar otro, ser despedido, haber estado de excedencia por cuidado de un familiar o experimentar una emergencia personal son algunos de los motivos por los que puede haber un vacío en nuestra trayectoria profesional que parezca difícil de explicar en una entrevista de trabajo.
No obstante, los reclutadores están acostumbrados a tratar con candidatos que hayan experimentado este tipo de situaciones, por lo que no debería ser motivo de preocupación. En realidad, no es la interrupción del empleo lo que perjudica las posibilidades de conseguir un trabajo, sino la forma en la que se explica que ha ocurrido en cada caso.
Estos cinco consejos te ayudarán a enfrentar las preguntas relacionadas con la interrupción de la carrera profesional:
1. Asume que los reclutadores tienen buenas intenciones
¿Por qué quiere cambiar de trabajo? ¿Por qué le interesa este trabajo? ¿Por qué no tiene experiencia laboral en este periodo? Estas son preguntas frecuentes en una entrevista de trabajo para las que a veces se puede no tener una respuesta clara.
Recuerda que los reclutadores son selectivos y quieren encontrar el mejor talento para su empresa o cliente. Mantener la calma y tener confianza en tus capacidades te ayudará a proporcionar mejores respuestas a lo largo de la entrevista.
2. Aprovecha tus vivencias
Las razones por las que las personas se encuentran desempleadas suelen coincidir en su mayoría, por lo que pueden explicarse rápidamente ya que los reclutadores están familiarizados con ellos.
“Me despidieron porque España entró en recesión“; “Me despidieron porque el sector experimentó una grave crisis“; “Se unió al equipo de la compañía un nuevo director y reemplazó a toda la plantilla“; o “La empresa se fusionó y prescindieron de parte del equipo” son algunas de las respuestas comunes que se dan.
En el caso de que las razones sean personales, los reclutadores también las conocen: tomarse un tiempo para ser padre/madre a tiempo completo; poner en marcha un negocio, pero no era para ti; problemas de salud; movilidad territorial…
Estas son algunas de las típicas respuestas. Si alguno de estos supuestos es tu caso, no dudes en transmitírselas, ya que no le cogerán por sorpresa. Sin embargo, no comentes detalles adicionales sobre ello a menos que se te pregunte, ya que cualquiera de estas razones puede ser suficiente para satisfacer la curiosidad del reclutador.
3. Honestidad, pero también discreción y positivismo
Todo lo que digas en una entrevista de trabajo debe ser legítimo y certero. No obstante, puede darse el caso en el que los motivos por los que dejaste un trabajo sean confusos o revelen un error que cometiste y te resulte complicado ser claro a la hora de explicarlos. La clave está en contar los hechos con franqueza sin profundizar demasiado en la historia.
La mayoría de las personas han experimentado situaciones de las que se avergüenzan y no quieren contar la historia completa y detallada en una entrevista. Estos episodios pueden albergar ira, arrepentimiento o vergüenza, por lo que es fundamental que no dejes que las emociones negativas influyan a la hora de responder las cuestiones que el reclutador te plantee. En su lugar, intenta reenfocar la conversación en lo que aprendiste de ellas y cómo utilizar ese conocimiento en experiencias futuras.
4. Subraya el presente
Debes encontrar el equilibrio entre proporcionar suficiente información para responder a por qué buscas un trabajo o por qué dejaste un trabajo anterior y utilizar esta respuesta para llegar a explicar por qué se quiere este trabajo ahora.
Por ejemplo, si la relación con tu jefe no era buena, una forma más correcta de transmitirlo es decir que no encajabas en la cultura competitiva y burocrática de la compañía. Después, céntrate en el nuevo trabajo y explica lo que te gusta de esa posición y esa empresa: la libertad de innovación que tienen los empleados, por ejemplo.
En el caso de que la compañía haya cerrado sin previo aviso, utiliza la historia para explicar lo que aprendió sobre estrategia empresarial y planificación financiera a partir de este suceso y cómo planea utilizar esas habilidades en el nuevo trabajo.
No hay una respuesta perfecta, pero intenta cambiar el enfoque de la razón por la que se quedó sin trabajo y centra la conversación en la oportunidad actual.
5. Recuerda conectar
La impresión que se llevará de ti el reclutador estará basada en las respuestas que des, pero también influirá el estilo con el que responda. El tono, el lenguaje corporal, la capacidad de escuchar, cómo y cuando se hacen las pausas o la confianza en sí mismo también afectarán en el sentimiento general que el entrevistador se lleve.
Para dar en el clavo en una entrevista de trabajo no basta con tener un buen CV o contestar de la mejor manera a preguntas difíciles. A menudo, el candidato seleccionado es la persona conectó con el reclutador.
No olvides que además de hablar de otras experiencias laborales, es importante establecer una conexión personal con el entrevistador que le permita imaginarse trabajando contigo. Mantener el contacto visual y sonreír mientras se mantiene la conversación es importante.
Es fundamental prepararse la entrevista para tener respuestas claras, pero recuerda respirar profundamente, relajarte y saber que las preguntas sobre los espacios en blanco de tu trayectoria profesional no provocarán necesariamente que se rompa la decisión de contratarte.
Lo que debes tener en cuenta antes de firmar un contrato de trabajo