Ellos son los mentores, personas que con una conversación hacen que tu percepción cambie y activan algo dentro de ti que te ayuda a desarrollarte como profesional.
Y aunque encontrarlos no es sencillo, Entrepreneur.com ha reunido los rasgos que suelen presentar este tipo de personas para que la próxima vez que tengas uno delante no lo dejes escapar.
No utilizan etiquetas
No se consideran a sí mismos mentores, maestros ni nada que se le asemeje y les confiera una posición superior. Son personas sencillas que no darán signos de querer estar por encima de nada, ni de nadie.
Prestan atención y no hablan por hablar
No solamente cuentan sus cosas, sino que tratan de escuchar lo que tú les cuentas para darte una buena respuesta. No les gusta que les adulen, pero les gusta que les pregunten. Y del mismo modo, no te regalarán los oídos, pero te darán consejo.
No buscan la lógica
Para ellos no todo tiene por qué ser lógico, por ellos ponen como ejemplo anécdotas y experiencias. Quieren mostrarte que no todo es cuadriculado y que no solo pueden dar claves, sino también aportar valores.
No exigen compromiso
Por lo general, a este tipo de personas lo que realmente les interesa es que aprendas lo que ellos te están enseñando. Cuidado con aquellos que pretenden sacarte dinero o que trabajes gratis para ellos. Una cosa es tener un aprendiz y otra un esclavo.
Empatizan y no se sobreestiman
Los mentores fueron como tú en algún momento de su vida y son conscientes de ello, por eso no te verán como alguien inferior, sino como alguien con quien compartir su experiencia.