Plasmar la esencia del Mediterráneo. Esto es lo que ha buscado Rabat con la reapertura de su emblemática boutique en Valencia. Con una distinguida estética que evoca la calidad de las playas y la serenidad de su costa, esta marca estandarte del sector de la alta joyería fusiona elegancia y diseño para ofrecer una experiencia única y envolvente a sus clientes.
Lo hace en la emblemática calle Colón 39, donde está presente en la capital desde el año 2006, con un espacio que alcanza los 850 m2 distribuidos en dos plantas en las que la amplitud y el lujo conviven con la alta joyería.
Por un lado, su renovada planta baja acoge todas las colecciones y piezas icónicas de la firma en un ambiente donde cada detalle está pensado y diseñado para realzar la belleza y brillo de cada joya. Por el otro lado, su planta superior se dedica al taller, a la artesanía y confección con precisión y dedicación de cada pieza. Es decir, a la forma más idónea para asegurar que cada pieza conserve la esencia y esplendor por las que se caracteriza Rabat.

Paralelamente, esta boutique incluye un amplio espacio Rolex con entrada propia y un cuidado minucioso por los detalles. De hecho, está amueblado y decorado con conceptos de diseño interior creados por Rolex con materiales de calidad como la madera de nogal, el travertino o los terciopelos verdes. En definitiva, una zona idónea compuesta por varios ambientes donde los visitantes podrán disponer de una exposición de una cuidada selección de relojes de la icónica marca, mesas de venta y un salón privado.
De esta forma la firma refuerza su posicionamiento en la ciudad creando una nueva atmósfera cálida y acogedora que busca reflejar la identidad y artesanía de Rabat. Lo logra adaptando la singularidad de su ubicación al propio entorno. Es decir, reflejando las tonalidades de las rocas y tierras que brinda el entorno valenciano, con un pavimento de terrazo en una gama neutra.
Asimismo, los colores terracota pretenden evocar las canteras de la comunidad, al igual que el beige de las paredes la arena de sus playas. Por último, el lucernario sobre el mar refleja la textura del agua del Mediterráneo.
Otra ejemplificación más del detalle, el mimo y el cariño con el que Rabat vuelve a ubicarse como referente en la alta joyería, no solo por sus piezas, sino por hacer de sus espacios un reflejo de la identidad que caracteriza la excelencia y maestría de la firma.
