La web Soyentrepeneur.com arroja unas ecuaciones que pueden ayudarte a fortalecer estas capacidades de liderazgo en tu trabajo.
Introspección + Observación = Conciencia emocional.
Es un tipo de autoanálisis que te hará madurar en tu negocio. Observar cómo funcionas ante situaciones de estrés y valorarte de forma objetiva es un ejercicio de independencia y habilidad de raciocinio.
Enfoque + Compromiso = Avance.
Ser constantes y aceptar el compromiso con énfasis hará la mayor parte del trabajo. Las ganas lo son todo, y con ellas nuestro negocio saldrá adelante con mayor o menor ayuda. Como dirían en América “Focus on it”.
Honestidad + Profesionalismo = Buena reputación.
Los grandes empresarios olvidan en ocasiones que tan necesaria es una buena imagen como pueden ser sus métodos de éxito. Reflejar una personalidad transparente y de confianza te abrirá más puertas de las que crees.
Creencias + Acción = Intrepidez.
Cuando arriesgas sin miedo y apuestas fuerte, obtienes como resultado la intrepidez. Muy valorada entre los emprendedores, esta virtud saldrá a flote cuando olvides todas tus dudas y miedos respecto a tu proyecto.
Habilidades de las personas + Conocimiento = Liderazgo.
La honestidad y la humildad de reconocer que queda mucho por aprender te llevarán lejos con tus empleados. Asimismo, saber escuchar opiniones dispares y aplicar tus conocimientos a ellas harán que todos te vean como el líder que deseas ser.