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¿Por qué fracasa la gente? Apunta las razones


Perciben el riesgo: sus sueños se crean en sus cabezas y, en lugar de luchar, sopesan el riesgo que conllevaría hacerlos. Y no darte la oportunidad de cumplirlo será tu mayor fracaso.

No han encontrado su “zona ingeniosa”: todos tenemos habilidades y pasiones que nos hacen destacar. Tomarnos nuestro tiempo para encontrarlas sería el primer paso de la victoria.

No desean el éxito lo suficiente: a veces con quererlo no basta. Hay que desearlo y para ello la entrega debe ser total a la causa.

No se recuperan: es obvio que la gente que aspira alto puede tener grandes batacazos. Aceptarlos y superarnos (ya sea físicamente o mentalmente) es una obligación.

Se valen de excusas: la motivación es intensa en la primera jornada de nuestro viaje. Más tarde, las excusas aguardan detrás de la esquina. Es fácil caer en ellas, pero recordarnos constantemente por qué luchamos nos ayudará.

No ayudan lo suficiente: la persona de éxito sabe que una mano extendida siempre obtendrá una recompensa. Solucionar problemas ajenos será tu mejor forma de networking. Compartir tus problemas y escuchar otros te ayudará a mejorar en tu meta.

Se rodean de campeones: quizás no estés motivado para cumplir tu sueño porque no te rodeas de las personas adecuadas. Una influencia negativa (amorosa, amistad o familiar) te mantendrá a las puertas de la gloria de forma permanente.

Escuchan a demasiadas personas: los consejos son necesarios, pero escoge sabiamente las opiniones que vas a hacer tuyas. Si hablas con demasiadas personas de tu problema o proyecto acabarás perdiendo el criterio.

No escuchan a la gente correcta: siempre podemos pedir un consejo acertado, ya sea a un coach, profesor o experto que nos rodee. Pero si no somos capaces de reconocer que necesitamos una recomendación probablemente no la recibamos.

No saben definir el “éxito”: es probablemente el peor punto. Encontrarse perdido puede ser el mayor fracaso, porque nunca lo han meditado. Para lograrlo tenemos que saber qué queremos, y si es necesario escribirlo en un papel se hace. Obviamente esto no se puede generalizar, porque la percepción de éxito es distinta y varía, pero conocer nuestras metas reales será el primer paso para cruzarla algún día.