La icónica mansión de Beverly Hills, donde Elvis Presley y Priscilla Presley vivieron en la década de 1960, ha regresado al mercado inmobiliario por un precio de 24,5 millones de dólares (23,5 millones de euros). Los Presley compraron la propiedad en 1967 por 376.000 dólares, pero la vendieron en 1973 tras su separación. Desde entonces, la mansión ha tenido varios propietarios y ha sido renovada en varias ocasiones, manteniendo su estatus como un símbolo de lujo y cultura pop.
En 2019, la mansión se vendió por 25,5 millones de dólares. Además, a lo largo de los años, la propiedad fue alquilada por 3.600 euros la noche, atrayendo a turistas que querían experimentar una sofisticada estancia con aire rock. Entre sus dueños, se encuentra Peter Morton, cofundador de la cadena Hard Rock Café, quien propuso demoler la casa para levantar una nueva residencia, sin embargo, las protestas de los fanáticos de Presley detuvieron sus planes.
La mansión fue diseñada por el arquitecto británico Rex Lotery, quien le dio un carácter francés que la distingue de otras propiedades en Beverly Hills. Con una superficie construida de 500 m² sobre una parcela de 4.450 m², la casa mantiene una estructura elegante y sofisticada, perfecta para quienes buscan exclusividad en una de las zonas más codiciadas de Los Ángeles. A lo largo de los años, la mansión ha sido restaurada y renovada para conservar su carácter histórico y modernizar sus instalaciones.
Además de los cuatro dormitorios y cinco baños, la propiedad cuenta con características de lujo como una sauna, una piscina privada, un patio con chimenea, y un garaje con capacidad para cuatro coches. La casa también tiene un apartamento independiente para huéspedes, lo que la convierte en una opción ideal para quienes buscan privacidad y confort en un solo lugar.
Otro de los atractivos de la mansión es su impresionante arquitectura, con techos altos y ventanales que permiten una abundante entrada de luz natural. Además, los diseños exteriores de la propiedad están orientados para aprovechar las vistas panorámicas de la ciudad de Los Ángeles. Con una historia rica y una ubicación inmejorable, esta mansión sigue siendo una de las propiedades más deseadas del mercado inmobiliario de lujo, y no solo porque perteneciera al Rey del Rock.
