Identifica qué tipo de persona es y el problema concreto
Puede ser una persona cotilla que habla de ti a tus espaldas, alguien muy irascible, una persona poco responsable… hay cientos de perfiles de empleados tóxicos. Comienza por tener claro qué es lo que está provocando tu malestar y sobre todo, quién es el foco.
Hazle saber a esa persona qué sucede (toma medidas)
Puede ser una persona o varias, pero sea quien sea debes tomar medidas. Lo peor es callarse y dejar que las cosas sigan. ¿Por qué? Porque si se adopta esta actitud lo más normal es que el problema o enfrentamiento aumente progresivamente. Enfréntate al problema y ponlo en conocimiento de esa persona. Si es demasiado grave, acude a tus jefes o superiores.
No cotillees sobre el problema
Que acudas a tu jefe no quiere decir que lo tengas que ir contando por ahí. Lo mejor es que no cotillees acerca del problema porque conseguirás algo que seguro no quieres: que se haga más grande e involucrar a más gente.
Nunca te pongas a su mismo nivel
Es decir, no hagas lo que esa persona o personas te están haciendo: no grites si te gritan, no cotillees sobre el tema si no te gusta que hablen de ti, no uses palabras malsonantes si ellos lo hacen. Mantente siempre en tu sitio con educación y respeto aunque esa persona no te lo tenga a ti.
Intenta crear una barrera emocional
A veces es necesario que te abstraigas del problema. Crear una barrera para que no te afecte tanto que influya en tu vida laboral (incluso personal). Relativiza y en última instancia, intenta no cruzarte siquiera con esa persona.