Descarga mil y un programas de retoque fotográfico, nunca sabes cuál va a ser mejor en cada ocasión. La fotografía debe ser bueno, pero el marco más. No subestimes el poder del filtro y adelántate a hacer tus pinitos como fotógrafo.
Cuida la ortografía al detalle: siempre habrá quien mire y observe. En los últimos tiempos las empresas rastrean el nombre del candidato en redes sociales antes de contratarlo, ¿quieres dar una pésima impresión tras una confusión ortográfica?
Evita el perfil-curriculum en el que incluyes todas las empresas donde has trabajado y a qué te dedicas en tu tiempo libre a no ser que uses la cuenta como mera herramienta profesional. Si es así, puedes tener una cuenta alternativa donde expreses tus “ideas más polémicas” sin miedo a que te afecte en el trabajo.
Utiliza hashtags con moderación. Sí, úsalos, pero no invadas el time-line del compañero social con decenas de frases que no vienen al caso. Utilizar esta herramienta hará que tus textos o fotos aparezcan rápidamente en búsquedas específicas.
Elige bien a quién sigues y a quién no. No conviertas tu cuenta en un rastrillo virtual. Si quieres destacar debes ser selectivo, y un buen criterio te ayudará a conseguir adeptos que te pueden interesar en la red.
Cómprate un perrito adorable y vístelo de mil maneras. Está comprobado que una mascota es el mejor aliciente para acercarte a un público que no solo amará a tu animalillo, sino que no dudará en compartirlo y, en el mejor de los casos, hacerlo viral.