Los efectos de la disputa de rap del verano pasado entre Kendrick Lamar y Drake siguen resonando en la industria de la música y en las carreras de sus dos combatientes. Este mes, Drake fue noticia por presentar una demanda por difamación contra Universal Music Group por su papel en el altercado, mientras Lamar se prepara para el concierto más importante de su vida: protagonizar espectáculo del halftime (el descanso) del Super Bowl LIX el próximo 9 de febrero.
Es difícil imaginar cómo Lamar, de 37 años, que durante gran parte de su carrera ha sido visto como un favorito de la crítica con un grupo de seguidores de culto, habría sido elegido por el productor ejecutivo del espectáculo de medio tiempo Jay-Z y su Roc Nation para el escenario más importante de la música si no fuera por la disputa y la serie de temas despectivos que produjo. Not Like Us, el himno de Lamar contra el artista de hip-hop más vendido, alcanzó más de mil millones de reproducciones en Spotify en 2024 y pasó un récord de 21 semanas consecutivas en lo más alto de la lista Hot Rap Songs de Billboard.
“La disputa entre él y Drake lo hizo más grande; no hay nadie que pueda sentarse aquí y discutir eso”, dice Antwan “Amadeus” Thompson Sr., un productor musical multiplatino. “Pero [el Super Bowl] catapultará la carrera [de Lamar] a un nivel completamente diferente. Y creo que es muy importante que los artistas aprovechen esto porque todos los ojos estarán puestos en él».
La exposición que reciben los artistas del entretiempo, que actúan frente a más de 80.000 aficionados en el Superdome de Nueva Orleans y más de 100 millones en todo el país por televisión, es la razón por la que el Super Bowl se considera el concierto más prestigioso del calendario musical.
Todos los artistas del planeta quieren subirse a ese escenario, incluso si eso significa actuar gratis. De hecho, eso es exactamente lo que se les pide que hagan. Como ha sido la costumbre para los cabezas de cartel del entretiempo durante muchos años, a Lamar no se le pagará por su actuación de 12 a 14 minutos, más allá del mínimo insignificante que exige el sindicato.
Según informó Forbes, el cabeza de cartel del año pasado, Usher, recibió 671 dólares (unos 649 euros).
La NFL y el patrocinador de presentación del descanso de la competición, Apple Music, cubren el coste de la producción, que en muchos años se extiende a más de 10 millones de dólares para actuaciones que no duran más de 15 minutos. Algunos artistas recientes han decidieron pagar millones más de sus propios bolsillos para maximizar el espectáculo del Super Bowl.
No obstante, el sacrificio vale la pena. Después del show del año pasado, Usher recibió un aumento del 550% en las reproducciones generales de Spotify, similar a lo que otros artistas han experimentado en los últimos años. Rihanna, la cabeza de cartel en 2023, incluyó publicidad de su marca Fenty Beauty durante su actuación, lo que valió aproximadamente 44 millones de dólares en medios ganados.
Al igual que muchos artistas del entretiempo antes que él, Lamar aprovechará el impulso del Super Bowl para realizar una gira de 19 estadios por Norteamérica este verano junto a SZA, quien ya ha sido anunciada como estrella invitada para el espectáculo del halfshow. La pareja tiene dos canciones juntas, Luther y Gloria, incluidas en el nuevo álbum de Lamar, GNX, que lanzó por sorpresa en diciembre.
Además, el artista tiene pendiente de estreno (el próximo mes de julio en EEUU) una película producida por él mismo y los creadores de South Park (Trey Parker y Matt Stone) y distribuirá Paramount. Todo esto representa un gran paso adelante para Lamar, miembro de la clase Forbes 30 Under 30 de 2014 que ganó 17 premios Grammy (21, incluyendo los del pasado domingo), pero nunca antes fue cabeza de cartel en estadios.
Su primer acercamiento llegó en 2022, cuando le dieron un espacio de dos minutos durante la actuación de medio tiempo del Super Bowl LVI liderada por Dr. Dre y Snoop Dogg, vista como un cambio de antorcha en el rap de la Costa Oeste. Debido a que Lamar está tan estrechamente identificado con su ciudad natal de Los Ángeles, ser elegido para el Super Bowl de este año en Nueva Orleans fue una elección curiosa.
Desde que Jay-Z asumió su papel de productor del halftime show en 2019, los artistas principales se han vuelto más jóvenes, más diversos y están más estrechamente asociados con la ciudad anfitriona del juego. La elección geográfica obvia en este caso habría sido el artista multiplatino y nativo de Nueva Orleans Lil Wayne.
«Si yo fuera Jay-Z, definitivamente habría elegido a Lil Wayne», dice Thompson. Todavía cree que una aparición especial como invitado en el espectáculo es posible, pero poco probable, en parte debido a la lealtad de Wayne a Drake, a quien Wayne descubrió por primera vez y contrató para su sello Young Money en 2008.
Sin embargo, Thompson admite que Lamar es indiscutiblemente “el artista más popular del hip-hop” en este momento, y a raíz de la devastación que dejó el incendio forestal de enero en Los Ángeles, su elección de repente tiene mayor importancia. Una de las cosas que los fanáticos admiran de Lamar es que rapea y defiende cuestiones sustanciales, ya sea la salud mental o la unión de las pandillas en Los Ángeles.
La música de Lamar tiene un nivel de significado y profundidad que es raro ver en un escenario tan grande como el Super Bowl. “Ha sido el que ha tomado posiciones durante tiempos difíciles y ha hablado de cosas que muchos artistas no tocarían”, dice Thompson.
Jasmine Young, quien se desempeña como directora del Warner Music/Blavatnik Music Center en la Universidad Howard y anteriormente trabajó en campañas de marketing en Def Jam Records, está de acuerdo en que el Super Bowl impulsará la carrera de Lamar, pero agrega que la NFL también se beneficiará de su resonancia cultural tanto como él se beneficiará de su audiencia global masiva.
“Hoy en día, la gente usa el hip-hop para vender sus marcas”, dice Young. “Realmente no se puede vender una marca sin el hip-hop”. Es un sentimiento que hace eco de las propias palabras de Lamar cuando fue anunciado para el show de este año en septiembre.
“La música rap sigue siendo el género más impactante hasta la fecha”, dijo Lamar. “Y estaré allí para recordarle al mundo por qué. Escogieron a la persona correcta”.