Analista financiero de día y Dj de noche. Con esta mezcla se presenta Íñigo Ristori, un especialista del sector que busca con cada sesión convertir un evento en toda una experiencia. Desde bodas a fiestas en los locales más populares de Madrid, este profesional suma una década en la noche madrileña buscando recuerdos entre los asistentes. Porque, tal y como remarca, “al final de la noche nadie se acordará de las canciones que pusiste, pero sí de lo que te han hecho sentir”.
Dj y analista financiero. Vaya mezcla (nunca mejor dicho). ¿Cómo combina dos oficios tan diferenciados?
Con mucha organización y disciplina. Disfruto muchísimo de ambos mundos, los llevo muy separados y cada uno me sirve para evadirme del otro. Sobre mi faceta más desconocida, como analista financiero, ayudo en la gestión de grandes patrimonios en una sociedad gestora desde hace 7 años y también me gusta invertir a nivel personal en proyectos empresariales.
Las bodas, clubs y eventos me ocupan los fines de semana para poder estar entre semana centrado en las finanzas. Me gusta siempre poder aportar mi máximo y seguir creciendo, de momento, en ambos mundos.
¿De dónde le viene esa pasión por la música? ¿Cómo comenzó a involucrarse en ese mundo?
Desde pequeño he sido un enamorado de la música. Todo empezó cuando me regalaron con 10 años mi primer mp3 de 512 megabytes. En todas las fiestas que se hacían en casa (que no eran pocas) siempre era el encargado de montar los altavoces y crear las playlists que lanzaba desde el ordenador. Me fue gustando cada vez más y con el tiempo me compré una mesa de mezclas para principiantes en la que estaba practicando de sol a sol.
Mi primera experiencia profesional fue cuando me dieron la oportunidad en un bar de copas en la Puerta de Alcalá, donde empecé de aprendiz de otro Dj que había en el local por aquel entonces. Desde ahí, ha sido trabajar mucho, aprender y estar en el momento y lugar adecuados sabiendo aprovechar las oportunidades que me han ido brindando.
¿Cuáles son las claves para hacer de una velada toda una experiencia? ¿Va más allá de la propia música?
Las claves para enriquecer aún más la experiencia se resumen en tres puntos: el trato que le doy desde el primer minuto a los que me contratan, la confianza y la adaptación de mi producto sin perder la esencia. El éxito de la velada es el resultado de la mezcla de estos tres puntos. No es solo lo que dura la sesión de ese día, siempre me gusta aportar ideas y contactos más allá de la música.
Dice que su misión es hacer que la música sea la columna vertebral de la fiesta. Parece fácil, pero encontrar las canciones perfectas no es tan sencillo como parece. ¿Cómo lo logra?
Al final son más de 10 años en el sector, cualquiera puede darle a un botón y poner música, pero esto va más allá, la habilidad de leer la pista y saber qué tengo que poner para sacar lo mejor de cada uno es lo que hace de cada evento especial y distinto. Tengo muchísimo repertorio musical y creo que la clave es tocar a la gente con la nostalgia y que se le queden grabados ciertos momentos de por vida. Al final de la noche nadie se acordará de las canciones que pusiste, pero sí de lo que te han hecho sentir, ese es el objetivo.
Confiese: ¿Cuáles son los temas que más le han pedido el pasado año?
Sobre todo, en bodas me gusta saber las canciones imprescindibles que los novios quieren que suenen. A parte del Será Perche Ti Amo o Potra Salvaje (canción que este año creo que va a estar muy prohibida por los clientes) me han pedido mucho para el momento entrada a la comida (o cena) el remix de Jóvenes Eternamente que hice para mi amigo Pol 3.14.
Este año espero que pidan el remix que he hecho con mi amigo Borman de Copenhague de Vetusta Morla. Creo que la tendencia de este año va a ser los temas más indie del panorama nacional como Arde Bogotá o Viva Suecia, cosa que me encanta.
Entre los eventos que suele realizar uno de los más emotivos son las bodas. ¿Qué tienen de especial?
Las bodas tienen una magia muy especial. Al final, los novios están depositando su confianza en una persona para que todos recuerden ese gran día con una sonrisa. La gratitud de los novios al final de la fiesta no está pagada y hace que uno se vaya a dormir muy feliz. Hacer cada boda un momento especial y único es lo que me llena para seguir en esto y dedicarle casi todos mis findes.
Dice estar en contra de los proveedores en exclusiva de las fincas de bodas. ¿Por qué?
Aquí saco mi lado más financiero. Como buen estudiante de ADE, aprendí que los mercados de competencia perfecta promueven una mayor eficiencia, innovación, que los equipos estén mejor cuidados y mejores precios para montar grandes fiestones. Creo que es justo para los novios tener la capacidad de elegir los proveedores que quieren en su gran día. Este sector no es menos y tengo comprobado que se da mejor cuanta más variedad hay de los proveedores.
¿Alguna vez ha dicho “no” a pinchar en un evento?
Sí, es muy importante ser selectivo y saber elegir bien. Me gusta saber que voy a poder dar el 100% en cada evento o club. A veces he rechazado grandes eventos cuando veo que no voy a poder tener la libertad para desarrollar la sesión como a mí me gustaría o incluso veo que va a interferir en mi trabajo como analista.
Una vez doy mi palabra de que acudo a un evento nunca he dejado tirado al cliente. Sin ir más lejos, el pasado mes de octubre no pude ir a la boda de mi mejor amigo por otro compromiso que tenía e incluso una vez tuve que rechazar pinchar en una fiesta privada para los Rolling Stones en Madrid porque ya tenía la fecha reservada con otro evento.
También he rechazado algún evento cuando veo que no puedo aportar un valor para su éxito o no comparto los mismos valores/gustos. En esos casos, prefiero recomendar a algún compañero que sepa que lo va a hacer mucho mejor.
Bodas a la altura: ¿qué tipo de perfil son sus clientes?
Mi perfil de cliente en bodas suelen ser novios que tienen plena confianza en mí, que entienden el papel que juega la música en un día tan especial, que se dejan guiar y conocen mi producto (un poco al menos). El número de invitados aproximado de estas bodas suele ser superior a 250 invitados, aunque con excepciones, como todo en esta vida. Creo que soy muy afortunado hoy en día de poder elegir el cliente que quiero.
¿Cuánto tiempo tarda en preparar una sesión?
Depende mucho si es una boda, club o evento. En el primer caso, con la psicología de pista desarrollada estos años suelo tardar poco en estructurar una boda en mi cabeza una vez he conocido a los novios tomándome una cerveza con ellos. A partir de ahí, construimos durante meses, poco a poco, lo que les gusta y lo que no para poder hacer ese traje a medida de cada pareja.
En el caso de un club, suele ser mucho más rápido y me gusta incluir en este tipo de sesiones música más actual o canciones antiguas, pero con sonidos más frescos y actuales. Por último, en el caso de un evento, depende de lo que quieran transmitir, si amenizar con música de fondo o que los asistentes bailen sin parar. Dependiendo de un caso u otro me lleva más o menos tiempo.
¿Cuáles son sus objetivos en el mundo de la música en el medio plazo?
En el medio plazo, mi objetivo es seguir disfrutando y no perder el hormigueo que siento antes de subirme a un escenario. Seguir disfrutando de este bonito hobby que me ha permitido conocer a gente maravillosa a la que hoy puedo llamar amigos.
Otro de mis objetivos es seguir sacando algún remix de vez en cuando pero mi objetivo a largo plazo, sin duda, es dejar huella en el sector de los eventos, yendo por delante y obligándome a encontrar sonidos nuevos que sigan emocionando.
Por último, si tuviese que elegir un evento o una boda en el cual le gustaría pinchar, ¿cuál sería?
A la mayoría de Djs les gustaría pinchar en el Ultra Music Festival de Miami o Tomorrowland, pero para mí la actuación soñada es seguir pinchando todos los veranos en Playa Canalla (Puerto de Santa María), donde soy tremendamente feliz y yo al 100%. Es mi evento del año.