1. Vuélvete madrugador. Levantarse temprano ayuda a establecer una rutina saludable y a comenzar el día planificando aquellas tareas que debes realizar. Tu productividad y motivación se verán incrementadas de forma notable.

2. Deshacerse del correo electrónico. Perder el tiempo leyendo spam distraerá tu atención y te hará perder parte de tu valioso tiempo, puedes evitarlo si lo deseas.

3. La respuesta imprescindible: saber decir que no. Aunque pueda resultarte difícil debes aprender a priorizar y hacer sólo aquellas acciones que sean imprescindibles y te conduzcan a alcanzar alguna meta en tu vida. No desperdicies tu tiempo, es el bien más preciado que tienes así que prioriza y selecciona aquellas oportunidades interesantes.

4. Realizar pausas medidas durante la jornada. Cuando te sientas bloqueado y no puedas ver la solución o la salida a una idea que se te haya quedado bloqueada déjalo, toma un poco el aire y despeja tu mente. Tu forma de afrontarlo cambiará y la solución llegará (con toda seguridad).

5. Trabajar duramente para lanzar un proyecto. Si debes poner en marcha un gran cambio o una nueva idea ponte las pilas y concéntrate para ser más productivo y dar todo de ti mismo durante el periodo que dure el despegue.

6. Eliminar propósitos inalcanzables. Establece unas metas realistas que optimicen tus recursos y que puedas llegar a completar. Aprende a planificar tu tiempo de forma correcta para alcanzar más rápido aquello que deseas.

7. La importancia de la automotivación. Refuerza aquellos hábitos que mejoran tu estado de hábito y decora tu espacio de trabajo de forma que refuerce y te recuerde tus principales objetivos. Pasito a pasito completarás el camino.

8. Realiza todas tus tareas pendientes. Completa aquellos proyectos que tengas por hacer y no dejes ningún trabajo a medias.