Al principio, cuando se enviaban los primeros correos electrónicos, se comenzó a utilizar un lenguaje específico para ellos. Lo que ocurre es que ese lenguaje ya pertenece a otro tiempo, digamos que “ha pasado de moda”. Ahora, vemos frases repetidas en muchos emails, que nos hacen más gracia que otra cosa. Os vamos a poner varias, para que las evitéis siempre que podáis (y os deis cuenta).
“Querido…” No, no y no, está terminantemente prohibido comenzar así un email. Las cartas ya pasaron a otra época. Es cierto que cada vez se encuentran menos correos que empiecen así, pero aún quedan románticos empedernidos que encabezan así sus emails.
“Atentamente”. Ocurre más o menos como en el caso anterior. Es un cierre muy anticuado como para terminar un email.
Exceso de “Por favores”. Está bien que quieras ser educado, pero si te pasas, puede parecer que no te sale de forma natural. O incluso que tengas otros intereses.
“Le remito”. Es una forma de decir “le envío”, que también está muy vista en los correos electrónicos. Incluso, también cuando te quieres referir a un correo electrónico anterior muchas veces también se dice “me remito”.
“Puede ponerse en contacto conmigo en el…” ¿Cuántas veces has visto esa frase en un correo electrónico? ¿No será mejor indicar directamente el número de teléfono y los horarios en los que puedes recibir llamadas? Demasiada literatura en los emails, cuando en realidad deberían ser utilizados para ser rápidos y sencillos.