Durante más de setenta años, Marantz ha liderado los productos de audio de alto rendimiento que combinan tecnología innovadora y una sonoridad exquisita con un diseño bello y lujoso. Ahora, la marca lleva su experiencia a la categoría de altavoces inalámbricos gracias a dos nuevos modelos que satisfarán las expectativas de los aficionados a la alta fidelidad.
Presentados en sociedad en España el pasado mes de noviembre en el espacio Santa Eulalia del barcelonés Paseo de Gracia, los altavoces inalámbricos autoamplificados Horizon y Grand Horizon de Marantz, son dos “esculturas” circulares de sonido de un aspecto extremadamente lujoso y que disponen de una enorme potencia de amplificación y una calidad de sonido inusual en el ámbito inalámbrico doméstico. Cuando salgan a la venta el 1 de enero (te los podrás regalar por Reyes) tendrán un precio elevado: el Horizon costará cerca de 3.600 euros, mientras que el Grand Horizon (que, como su nombre indica, es más grande y robusto) se venderá por una cifra cercana a los 6.000 euros.
La marca estadounidense fue fundada en 1953 por Saul Marantz, un auténtico hombre “renacentista” (fotógrafo, guitarrista clásico, diseñador gráfico, coleccionista de arte chino y japonés, entre otras actividades). Marantz sintió fascinación por la electrónica desde su infancia en Brooklyn. Su pasión por la música le llevó a sus primeros intentos de construir componentes de audio. Desde mediados de los años cincuenta y a lo largo de los sesenta, Marantz se convirtió en sinónimo de productos de audio agradables a la vista, fáciles de usar, duraderos y, sobre todo, con un sonido de primera categoría. En colaboración con ingenieros de sonido como Sidney Smith y Richard Sequerra, Marantz creó una serie de componentes de tubo de vacío que se convirtieron en elementos fundamentales de la incipiente industria de la alta fidelidad doméstica. Varios de esos productos, como el amplificador Modelo 9 y el sintonizador Modelo 10B, se han convertido en clásicos que siguen funcionando y que hoy alcanzan los 50.000 dólares.
Fallecido en 1997, la marca ha seguido desarrollando exquisitos productos de alta fidelidad, de los que los nuevos altavoces inalámbricos autoamplificados, que no sólo destacan por su rendimiento y calidad de sonido, sino por su esmerado diseño. En este sentido, tanto Horizon como Grand Horizon sobresalen entre sus productos, y no sólo por su calidad, sino por sus respectivos tamaños. La Horizon, la más pequeña, mide 364 x 210 x 387,5 mm. La Grand Horizon tiene un cuerpo de 493 x 255 x 529,2 mm, con un zócalo integrado de mármol.
En cuanto a su diseño, ambos modelos utilizan materiales cuidadosamente seleccionados. Cada unidad está envuelta en Marantz Radiance™ 360° Seamless Ecofiber, un tejido sostenible fabricado a partir de plásticos oceánicos reciclados. Los tejidos tricolores tienen un tacto brillante y lujoso gracias a los elementos de lúrex dorado incrustados, que realzan aún más la calidez única del diseño y el sonido de Marantz. Los altavoces se ofrecen en tres acabados: el clásico y oscuro Midnight Sky, el sutilmente brillante Moon Ray y el cálido Marantz Champagne. Cada uno de ellos se complementa con una base de mármol natural de bello acabado cuyo color combina para acentuar la elegancia de cada diseño. Para los usuarios que prefieren otro tipo de propuestas para situarlos en el hogar, la marca también ofrece un soporte de suelo trípode de nogal americano o bien soportes de pared.
La experiencia sonora
La clave del potente sonido que proporcionan estos altavoces inalámbricos es la amplificación Marantz Rise™ patentada, que ofrece una prodigiosa potencia de salida de 310 W en Horizon y 370 W en Grand Horizon (potencia nominal FTC). En su núcleo encontramos potentes imanes de neodimio para lograr la combinación definitiva de precisión, capacidad de respuesta y baja distorsión. En el corazón de Horizon se encuentra un subwoofer de 165 mm, que se complementa con dos tweeters de cúpula de seda de 25 mm y tres controladores de medios de 50 mm. Grand Horizon, por su parte, al ser más grandes, cuenta con un subwoofer de 200 mm, tres tweeters de 25 mm y cuatro unidades de medios de 76 mm.
Las características sonoras de estas sofisticadas plataformas acústicas pueden optimizarse para adaptarse tanto al estado de ánimo del oyente como al tipo de música que suena mediante el DSP Mirage™ de Marantz. Accesible a través de la aplicación HEOS®, el procesamiento digital de señales Mirage permite una experiencia de escucha absolutamente personalizable, con opciones seleccionables que pueden adaptar la claridad, la amplitud y la calidez del sonido a los gustos de cada usuario. Incluso existe la opción de seleccionar el modo Sound Master, que permite a los oyentes experimentar el sonido de Horizon o Grand Horizon exactamente como Yoshinori Ogata, el maestro de sonido de Marantz, pretendía que se escuchara.
La primera vez que se utilice sorprenderá una de sus características: basta con acercarse a cualquiera de los dos productos para que sus sensores de proximidad incorporados hagan que el altavoz cobre vida como por arte de magia. La interacción con el usuario Marantz AuraControl™ combina 100 LED cuidadosamente ocultos con sensores de proximidad y luz ambiental para crear una sinfonía perfecta de luz y sonido. Basta con tocar el anillo iluminado que rodea el subwoofer central para indicar el volumen preferido y AuraControl subirá instantáneamente el altavoz hasta el punto elegido, indicando claramente el nivel de volumen con marcas que hacen referencia al clásico logotipo de la estrella de Marantz.
Construidos con la plataforma de música inalámbrica HEOS® de Marantz, pueden acceder a contenidos musicales de una amplia gama de proveedores de streaming, entre los que se incluyen Amazon Music, Deezer, Spotify y TIDAL. Para mayor comodidad al usarlo con dispositivos móviles, también se incluyen Apple AirPlay 2 y Bluetooth, además de fuentes físicas, como lectores de CD o vinilos: los dos modelos de altavoces incluyen entradas analógicas, ópticas e incluso HDMI, y también pueden acceder a música desde unidades de música USB-C. La decodificación Dolby integrada garantiza también la compatibilidad total con Dolby Atmos, suministrado a través de HDMI.