A pesar de que llevan más de siete años en el que parece un interminable proceso de divorcio, Brad Pitt y Angelina Jolie podrían estar considerando juntarse de nuevo solo para la gran pantalla. La última vez que aparecieron juntos fue hace 20 años (en el blockbuster Mr. & Mrs. Smith), pero el productor Danny Rossner tiene tan claro que este #tbt es tan necesario como para ofrecer una cantidad que merezca pensárselo.
Así, el hollywoodiense productor está dispuesto a pagarles una cifra que asciende casi a los 60 millones de dólares; esto es: hasta 37,5 para él y hasta 22 para ella. El motivo no es otro que (además del considerable morbo que conllevaría este revival del celuloide) un nuevo guión que les juntaría en la cinematográfica ciudad de Cannes.
En concreto, la propuesta se trata de un drama ambientado en el emblemático Hotel Martínez (de la ciudad francesa) durante la Segunda Guerra Mundial. En la película, que está basada en el libro The Hotel Martinez de Rossner y Phillip M. Kenny, Brad interpretaría a Emmanuel Martinez, el dueño del hotel, mientras que Angelina se pondría en la piel de Emma Digard, su amante y musa.
“En este momento, creo que Brad Pitt está en el rango de los 20 a 25 millones de dólares (por película) y Angelina Jolie en el rango de los 15 millones… Estamos dispuestos a ofrecer un 50 por ciento más que su tarifa habitual”, dijo Danny al New York Post. Este aumento salarial significativo refleja el atractivo de taquilla incomparable que Brad y Angelina aún tienen como dúo.
Si bien Rossner se dijo consciente de lo ambicioso y arriesgado que es reparto que busca, señaló que otras situaciones milagrosas han sucedido en el mundo recientemente. “Pueden dejar de lado sus diferencias y unirse para construir un puente y hacer esta película”, afirmó. El productor se mostró convencido de que la participación de la expareja garantizaría el éxito de la película. “Brangelina genera más ruido y atractivo en taquilla que cualquier otra pareja”, opinó.
Sin embargo, el director artístico del festival de Cannes, Alberto Barbera, explicó a Vanity Fair que, aunque Angelina y Brad estrenarían sus respectivas películas Maris y Wolfs, sus apariciones “por supuesto”, estarían repartidas para que no coincidieran. “No hay manera de que se crucen”, aseguró. Y así fue, pues ella desfiló por la alfombra roja el 29 de agosto, mientras que su exmarido lo hizo el 1 de septiembre.
La expareja, que comparte seis hijos, no ha podido aun llegar a un acuerdo en lo que respecta a la propiedad del viñedo francés Chateau Miraval, lo que ha prolongado por años su batalla en los tribunales. Aunque, a día de hoy, parece poco viable que los actores se reúnan nuevamente en algo que no tenga un trasfondo legal, sus fans ya sueñan con la posibilidad de que se vieran (al menos) una vez más en la gran pantalla del cine, si ambos aceptasen la millonaria propuesta.