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Un jamón de sabor propio y estilo tradicional

La familia Blázquez presentó su jamón Jacinto Blázquez –curado al estilo tradicional y seleccionado bajo los criterios de calidad de la familia– arropada por reconocidos chefs estrella Michelin que no quisieron perderse la ocasión de compartir este especial momento con la firma española fundada en 1932.

Víctor Martín, del restaurante Trigo (Valladolid); Víctor Gutiérrez, del restaurante Víctor Gutiérrez (Salamanca); Pedro Mario Pérez, de El Ermitaño (Benavente, Zamora); Juanjo Losada y Yolanda Rojo, del restaurante Pablo (León); Miguel Ángel de la Cruz, de La Botica (Matapozuelos, Valladolid) y Rubén Arnanz visitaron las instalaciones de Jamones Blázquez en Crespos y Peñaranda de Bracamonte (Salamanca), con el fin de aprender cómo se elaboran los jamones y, en particular, la singularidad del jamón Jacinto Blázquez.

La compañía jamonera lanzó este jamón en homenaje al abuelo de la actual generación Blázquez, unos jamones que no siguen los estándares de la norma del ibérico, sino que se basan en el criterio y la sensibilidad de la familia, transmitidos de generación en generación.

Estilo tradicional

Jacinto Blázquez proviene de cerdos ibéricos criados en sus propias dehesas que son alimentados únicamente con bellotas. Las piezas son curadas en el secadero tradicional ubicado en la localidad abulense de Crespos, donde comenzó la actividad de la familia.

El trabajo en el secadero es completamente artesanal: los controles de humedad y de temperatura se realizan de forma manual, teniendo en cuenta las corrientes de aire que se generan en las bodegas al abrir y cerrar las ventanas, así como la humedad según la época del año.

Para conseguir un secado homogéneo, los jamones se cambian de posición en el secadero, un proceso lento y armonioso que dura de media cuatro años. El factor humano, la sensibilidad y la exigencia a la hora de lograr la máxima calidad, son los pilares en los que se sustenta el criterio Blázquez.

Las piezas del jamón Jacinto Blázquez no se distribuyen con la vitola requerida por las figuras de calidad, sino que se visten con un diseño propio en el que reza el origen del criterio Blázquez.