Uno, dos y tres, son las veces que hay que chocar los tacones de rubíes de ensueño rojos de Dorothy, la dulce niña de trenzas vestida de azul y blanco de El Mago de Oz (1939), para volver a casa. Esta vez, este deseo se va a cumplir pero de una forma distinta, ya que este símbolo cinematográfico y originalmente literario, The Wonderful Wizard of Oz (1900) de L. Frank Baum, está buscando «un nuevo hogar» pero no en un camino de baldosas amarillas lleno de magia y personajes entrañables, sino en una subasta. Concretamente en Dallas (Estados Unidos) el próximo 7 de noviembre y su precio podría alcanzar nada menos que unos 3 millones de dólares.
Además, con el estreno de la película de Wicked, nos acordamos más que nunca de una de las fantasías que más ha inundado el mundo del cine y en cuyo mundo conviven monos voladores, un hombre de hojalata con mucho corazón y por supuesto, brujas de todos los colores. La magia de este mundo de Oz sigue vigente casi un siglo después de su estreno en la gran pantalla. Historias y anécdotas recorren la vida de estos zapatos de tacón tan brillantes.
Los zapatos que daban ese toque único y de color al look del personaje interpretado por Judy Garland, han tenido una vida particular y digna de otra producción cinematográfica. Para empezar, fueron propiedad del mismo coleccionista desde los años 70, más tarde fueron conservados y expuestos en el Museo Judy Garland de Grand Rapids, la ciudad natal de la actriz en Minnesota. Sin embargo, un día esta joya hecha calzado desapareció en el año 2005 y estuvo sin rastro hasta casi 15 años después. Tras la oferta de una recompensa para encontrarlos, que aumentó con el tiempo hasta un millón de dólares, y una gran investigación por parte del FBI, fue en 2018 cuando se encontró su rastro rojo.
Nikki Hale, encargada de proyectos especiales de la subasta Heritage, cuya sucursal en Londres exhibe actualmente la famosa pareja, recuerda que: «Fueron encontrados en un Tupperware enterrado en el suelo». Algo poco sofisticado para lo que representan sus suelas. Su ladrón o autor del robo Terry Martin fue condenado a un año de prisión tras confesar los hechos y que el motivo del robo había sido la firme creencia de que las incrustaciones de rubíes eran auténticas.
Los tacones no están solos en esta nueva aventura, sino que están acompañados por una de las pelucas que lució Judy Garland, carteles de época y fotografías y otros objetos de otras películas, como el tablero de juego de madera de la película Jumanji (1995).
Definitivamente, estos zapatos están destinados a caminar sobre baldosas de oro y más si encuentran su nuevo hogar después de sonar los tres mazazos de la subasta por 3 millones de euros.