1.- El ejercicio
En ocasiones se tiende a pensar que hay que evitar hacer ejercicio para no gastar energía. Es una premisa errónea, según un estudio de la Universidad de Georgia. Sus investigadores cuentan que regular el ejercicio hace aumentar la fuerza y la resistencia además de conciliar más fácilmente el sueño. Por tanto, es más conveniente acostumbrar al cuerpo al ejercicio físico por lo menos una hora a la semana.
2.- Beber agua
Mucha parte de la energía que tenemos en el cuerpo depende del agua que se consume, por lo que es recomendable beber dos litros diarios de agua. La dietista norteamericana, Amy Goodson, alerta que la deshidratación provoca una reducción en el volumen de sangre y esto hace que el corazón bombee con menos eficacia.
3.- Falta de hierro
El consumo de hierro permite estar activo y aporta mayor capacidad de concentración. Una deficiencia del hierro puede hacer que te sientas débil e irritable. Comidas como la carne magra, los frijoles, los huevos o las nueces son grandes fuentes de este componente.
4.- El perfeccionista imperfecto
El trabajo es uno de los motivos que más quebraderos de cabeza producen a lo largo del día. Se aconseja desconectar del ámbito profesional en algunas horas del día. La mejor fórmula es dedicar parte de la jornada a otras actividades y poner un límite de tiempo para pensar en los proyectos profesionales. Está comprobado que pensar durante mucho tiempo en los proyectos laborales es independiente a lograr una mayor satisfacción.
5.- El miedoso
Tener una actitud miedosa para afrontar problemas desgasta mucho la actividad física y mental. El problema de una mentalidad ‘catastrofista’ se origina muchas veces en una baja autoestima que es conveniente reflexionar.
6.- El desayuno
Es la comida más importante del día y los médicos recomiendan cumplirla todos los días. De la comida que se consume en el desayuno dependerá gran parte de la energía con la que se empieza el día. Entre las comidas más convenientes está: la avena, zumo, leche desnatada o huevos con pan integral.
7.- Comida basura
Los altos niveles de sal y azúcar en la sangre produce fatiga. Hay que evitar comidas que sobrepasan las cantidades recomendadas de estos componentes. Algunas buenas opciones son: el pollo al horno, el arroz integral, el salmón y la ensalada.
8.- Una copa de vino antes de acostarse
Una buena manera de relajarse antes de dormir es tomar una copa de vino. Esta recomendación, sin embargo, puede llegar a ser contraproducente dado que el consumo de alcohol produce un aumento de la adrenalina. La solución que sostiene el doctor Towfigh es beber la copa tres o cuatro horas antes de acostarse para conciliar el sueño.
9.- Mirar el correo electrónico antes de acostarse
La luz deslumbrante de los dispositivos y el exceso de información que suele contener los buzones electrónicos puede suprimir la cantidad de melatonina del cuerpo, la hormona que ayuda a regular los ciclos de sueño y vigilia.
10.- Evitar la cafeína
El exceso de cafeína bloquea las células que impulsan a dormir. Un estudio publicado en el Journal of Clinical Sleep Medicine revela que el consumo de cafeína incluso seis horas antes de la hora de dormir afecta el sueño. Conviene no consumir café a partir de las seis y media de la tarde.