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Viejas tierras, nueva bodegas

De suelos muy profundos, bien drenados y de textura moderadamente fina nace Purgatori, un vino expresivo de garnacha y cariñena que se ha convertido en el emblema de la Familia Torres en Costers del Segre.

En el interior de la nueva bodega Purgatori, ubicada en Juneda, en la comarca leridana de Les Garrigues, los depósitos de acero inoxidable y de hormigón, construidos con tierra de la propia finca, se han llenado por primera vez con las uvas procedentes del viñedo que rodea la bodega. Cada parcela se ha cosechado y procesado a mano en el momento óptimo de maduración para preservar la integridad del fruto. La combinación del acero, que potencia la fruta, y del hormigón, que favorece una buena maduración y evolución del vino, permite dotarlo de mayor complejidad. Ahora, los vinos envejecerán en botas de roble francés entre 15 y 18 meses.

Con este proyecto, la Familia Torres recupera el legado de los monjes benedictinos que en 1770 se instalaron en el lugar, algunos dicen que como penitencia por tratarse de una tierra inhóspita, de clima extremo, alejada del monasterio. Cultivaban los campos y elaboraban vino. La historia cuenta que cada año desaparecían algunas barricas, que no eran entregadas a la Diócesis. Los monjes lo atribuían a los ángeles que se las llevaban al cielo.

El nuevo edificio –erigido en el recinto del histórico Mas de l’Aranyó– conecta con la antigua cava de estos primeros residentes, bajo la antigua masía, que también ha sido parcialmente rehabilitada para acondicionar una gran sala de cata. Una bodega construida con criterios de eficiencia energética y energías renovables, de acuerdo con el compromiso medioambiental de la Familia Torres.