La 27º ‘Biennale des antiquaires’ se ha creado, además de para visitar las galerías, para soñar. Ha sido un museo efímero inspirado en los jardines del castillo de Versalles. Y en esta edición los grandes joyeros del mundo han tenido gran protagonismo exponiendo sus colecciones y joyas más espectaculares.
Chanel, Christian Dior y Piaget se han fijado en otras épocas para presentar sus joyas en esta bienal. Los cafés en donde se reunían los artistas, intelectuales y la alta sociedad de los años 20 han inspirado a Chanel. Su pieza estrella, un collar de oro, aguamarinas y diamantes de inspiración arquitectónica que nos recuerda al Charleston. La joyera Victoire de Castellane se inspirado en los años 50’ para imaginar un mundo ultrafemenino en las joyas presentadas por Christian Dior. Y Piaget expuso una serie de relojes coloridos inspirados en los 60’ y 70’.
Richemont – Cartier, Piaget y Van Cleef & Arpels – presentó la primera colección propia de Giampiero Bodino, su director artístico, con 43 piezas geométricas bajo su visión del estilo italiano. La estrella de la colección, un magnifico collar de rosas silvestres inspirado en los Maharajás. Cartier trajo para la ocasión su impresionante collar de perlas del Golfo Pérsico que en su momento perteneció a María, la esposa del Rey Jorge V.
Piedras preciosas de colores como las amatistas, turmalinas, topacios azules, rubíes, se han visto en las joyas presentadas por Bulgari. Boucheron también ha presentado joyas con piedras de gran tamaño, entre ellos, su estrella, un anillo de zafiro de 21 quilates con cristal de roca llamado Isfahan.
Van Cleef & Arpels se ha inspirado en Walt Disney y los momentos más tiernos de la infancia. Piel de asno o el castillo encantado han inspirado a unas joyas hechas de diamantes zafiros o esmeraldas. El agua más pura también ha sido inspiración para Chaumet que por primera vez se presentaba en esta bienal con una colección pura con cristales de roca que imitaban al hielo entre lapislázul y esmeraldas.