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Viajes en el tiempo que se hacen inolvidables

Tas una remodelación estética que busca recrear al detalle la vida y polifacética personalidad de la empreratriz granadina, el que fuese histórico palacio de Eugenia de Montijo, ubicado en pleno centro de Toledo (Plaza del Juego de Pelota, 7), reabre sus puertas como el hotel boutique spa que mejor puede atrapar el espíritu de una época y de una mujer paradigma de inteligencia y sutil elegancia. Las reminiscencias francesas, los colores azul turquesa, obras de arte –tanto antiguas como contemporáneas– o su pasión por la moda se dejan traslucir en cada mueble, en cada estancia, en cada rincón.

El lobby que recibe al visitante, con suelos de mármol y un gran lucernario de vidrio emplomado, recuerda el estilo de los grandes hoteles del siglo XIX… No queda más que dejarse llevar por el ambiente e imaginarse en una de las majestuosas fiestas y recepciones imperiales que se organizaban en el Palacio del Elíseo. Perteneciente al Grupo Fontecruz –con el sello de lujo Autograph Collection de Marriot, que engloba hoteles singulares con personalidad– y catalogado como cinco estrellas, el Hotel Eugenia de Montijo alberga 40 habitaciones, un restaurante de cocina local, un cóctel-bar y un spa erigido sobre restos arqueológicos de más de quinientos años. Todo un descubrimiento.

Las habitaciones, verdaderamente cómodas y equipadas hasta el más mínimo detalle, están decoradas al estilo francés con doseles y cálidas tapicerías, mobiliario clásico y grabados. Si por otro lado, cansado del paseo por Toledo, quiere entregarse a las delicias del spa, sus cuatro cabinas de masaje y el circuito termal, le dejarán como nuevo.

Abierto al público, el Restaurante Federico muestra una carta donde son protagonistas los productos de la zona y las recetas más tradicionales de la gastronomía toledana. El pisto manchego, el escabeche de bonito o el estofado de perdiz se hacen modernos en un espacio que homenajea en su decoración a Charles Frederich Worth, padre de la alta costura y diseñador de cabecera de la emperatriz.

Si el viaje le deja tiempo e impulso para una buena copa, el bar del hotel le permitirá disfrutar de los mejores destilados, clásicos cócteles o de combinados de creación propia como el 3C, a base de pomelo, naranja y lima. En suma, un hotel de lujo que consigue trasladar al visitante hasta otro tiempo