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Más de 800 kilómetros de autonomía en ciudad

El Audi Q6 e-tron pesa un 20% menos y consume un 30% menos de energía (y ofrece un 33% más de rendimiento de prestaciones) en comparación con el e-tron original de 2019.

La discusión sobre la realidad de la movilidad eléctrica –en resumen: ¿sí o no?– es un debate que se dirime en el ámbito de los vehículos más baratos. Cuando el presupuesto no es el problema, la discusión tampoco existe: los coches eléctricos son todo ventajas y la duda estriba, exclusivamente, en por cuál decidirse. El objetivo de la marca es ofrecer al menos un coche eléctrico en todos los segmentos de modelos para 2027. Y la producción de motores de combustión desaparecerá por completo en 2033.

Audi lleva muchos años liderando la batalla eléctrica, “peleando” muchas veces contra sí mismo: modelos que mejoran sus otros modelos. Y a esta lucha se ha sumado ahora un nuevo elemento, el Audi Q6 e-tron, que tuvimos la oportunidad de probar en carreteras gallegas, entre Vigo y la isla de La Toja.

Foto: cortesía de Audi

Nuevos estándares de prestaciones

El Q6 e-tron, como su nomenclatura indica, se sitúa entre el Q4 e-tron y el Q8 e-tron –es un coche grande, con una longitud de 4,77 metros, una anchura de 1,94 metros y una altura de 1,65 metros, con una capacidad de maletero de 526 litros (1.529 litros si se abaten los asientos traseros)– y ha fijado unos nuevos estándares para la marca alemana en cuanto a prestaciones, autonomía, diseño y tecnología. La multitud de innovaciones técnicas es impresionante. El resumen que hacen los ingenieros de la marca: un 30% menos de consumo de energía con un 33% más de rendimiento del sistema, en comparación con el e-tron original, lanzado al mercado en 2019 (y alrededor de un 20% menos de peso en comparación con aquel primer e-tron).

Este es el primer modelo de producción que cuenta con la nueva plataforma PPE (Premium Platform Electric) desarrollada conjuntamente con Porsche, que se caracteriza por una batería de alto voltaje de 800 voltios, más potente, más compacta y más inteligente, con una capacidad bruta de hasta 100 kWh. Entre las muchas ventajas que ofrece esta plataforma hay que hablar de las posibilidades de configuración de las suspensiones y la dirección, con un nuevo eje delantero que aumenta la agilidad y precisión. Pero lo que más llama la atención es que la batería puede recargarse para ofrecer 255 kilómetros de autonomía en poco menos de diez minutos o permitir una carga del 10% al 80% en apenas 21 minutos. Recordemos, además, que la autonomía oficial declarada, según los estándares del procedimiento WLTP, puede alcanzar los 639 kilómetros en carretera (para la versión de 300 CV y batería de 94,9 kWh) y unos tremendos 800 km si la circulación se realiza exclusivamente en ciudad.

Foto: cortesía de Audi

Grandes pantallas de información

El diseño sigue siendo el típico de Audi, claramente estructurado en el interior y poderoso en el exterior. Al mirar el lateral del vehículo, llaman la atención las líneas de la parte delantera y trasera de la carrocería que le confieren deportividad al coche. La zona inferior, de color contrastado, marca la posición de la batería y deja claro que se trata de un coche eléctrico. Además del amplio techo panorámico hay que destacar que los asientos S-Line cuentan con altavoces en los reposacabezas, de modo que sólo el conductor escucha a su interlocutor. Los asientos también ofrecen, como opción, la función de masaje. El habitáculo cuenta también como novedad con una pantalla OLED ligeramente curvada, subdividida en dos (de 11,9 y 14,5 pulgadas). El acompañante dispone de una segunda pantalla táctil (LED), de 10,9 pulgadas, sólo visible para él. Que el pasajero tenga su propia pantalla es una ventaja, ya que no tiene que inclinarse para seleccionar música o introducir un destino en el navegador. El coche, además, cuenta con CarPlay para dispositivos Android o IOS, un rápido sistema de infoentretenimiento y un planificador de rutas revisado. Las nuevas luces traseras digitales muestran pequeños triángulos de advertencia cuando se encienden las luces de emergencia, proporcionando un llamativo aviso adicional al tráfico que circula detrás.

Foto: cortesía de Audi

Gran efectividad en recorridos sinuosos

El recorrido elegido para la prueba pasaba por carreteras sinuosas, las mejores para comprobar las prestaciones del modelo a nuestra disposición. Pero antes, había un largo tramo de autopista en donde probar los sistemas de asistencia. El control de crucero adaptativo con aviso de salida de carril se muestra en el head-up display con un icono verde que indica que se reconocen los vehículos que circulan por delante y que el control de crucero adaptativo está activo. También se ven pequeños triángulos en el lateral: si están en verde, el guiado activo por carril está activado. En comparación con el Audi Q4, la superficie de proyección del head-up display es un 30% mayor y más nítida. Si pones el mapa se reconocen las paradas de recarga hasta el destino. Si se pulsa sobre una de ellas, se puede ver el proveedor, el tiempo de carga previsto, el porcentaje de carga de la batería y la ocupación actual de las conexiones disponibles. Esto es exactamente lo que quieres como conductor de un coche eléctrico. El sistema, además, adapta el plan de carga a mi estilo de conducción y a la situación del tráfico.

Cuando llegamos a la zona sinuosa, la sensación de control era absoluta, gracias al bajo centro de gravedad que proporciona la situación de las baterías en esta nueva plataforma. Los asientos S-Line del coche de prueba –regulables eléctricamente– también ofrecen una buena sujeción en las curvas (y, además, disponen de una función opcional de masaje en el asiento del conductor y del acompañante).